De subastas y salidas a Bolsa

"Nos encontramos en la última etapa de la reestructuración de las cajas de ahorros, con la idea de que a 30 de septiembre hayan finalizado las diferentes actuaciones pendientes. Es el plazo marcado por el real decreto-ley de reforzamiento del sistema financiero, si bien cabría la posibilidad de una prórroga excepcional de tres meses por razones operativas y de otros tres en casos de salida a Bolsa". Javier Aríztegui, subgobernador del Banco de España, resumió así la actual situación del sector de las cajas en la clausura del curso sobre economía organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE) y celebrado en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) de Santander con el patrocinio del BBVA.

En los meses que restan, no obstante, se abren posibles acontecimientos que todavía pueden dar un nuevo meneo. Las actuaciones pendientes tienen nombre propio y en ellas tiene mucho que decir el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), que preside Aríztegui. En el caso de las cajas, ha resultado que ocho de los grupos integrados no cumplían los requisitos de solvencia. De ellos, cuatro han elegido el camino de la Bolsa (Bankia y Banca Cívica) o la búsqueda de inversores (Effibank y BMN) y otros cuatro (CAM, Novacaixagalicia, Unnim y Catalunya Caixa) se encuentran bajo el paraguas del FROB. Está bajo vigilancia el grupo España-Duero si finalmente no cristaliza su integración en Unicaja.

En el caso de las salidas a Bolsa, Bankia y Banca Cívica tienen pensado hacerlo en torno al 15 de julio. Aunque la obligación es colocar al menos un 25% en el mercado, es posible que, sobre todo con Bankia, se permita un 20% si tiene una elevada participación, como reconoció el vicepresidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, Fernando Restoy en el mismo seminario. De ese porcentaje, el 40% como mínimo debe ser institucional y eso no se mueve.

En otro supuesto, el FROB, que nombrará los consejeros que sean precisos y participará en la gestión, no tiene vocación de permanencia -como mucho, cinco años- y la intención es retirarse cuanto antes. Para ello será preciso hacer una subasta. Y resulta que la CAM, en la que las ayudas pueden superar el 75% del capital, se ha convertido en un objeto de deseo inesperado. La entidad alicantina, que se desgajó del proyecto Banco Base que formaba con Cajastur, Cantabria y Extremadura, caminará sola hasta que encuentre el mejor postor. Supone un bocado muy apetitoso por su red de sucursales, sobre todo en un territorio en el que interesa crecer.

En el ramillete de interesados aparecen bancos españoles, también las cajas saneadas y las que se han quedado solas en este proceso, como la aragonesa Ibercaja, y algunas entidades extranjeras como Barclays y BNP Paribas. Evidentemente, en estos momentos todos guardan sus cartas a la espera de que el proceso vaya quemando etapas. Francisco González, presidente del BBVA, lo expresó claramente en la inauguración del curso: "Hay que terminar la reforma de las cajas subastando las más débiles para que entren jugadores fuertes nacionales y extranjeros". Luego reconoció: "Si vemos alguna oportunidad de comprar, lo haremos siempre que haya un proceso transparente". Para el BBVA, a lo mejor no es tanto que ellos compren como que no lo haga su competidor principal, el Santander.

Sobre bancos débiles habló el presidente de la patronal bancaria, Miguel Martín, que subrayó que "si desaparecen, desaparece un problema". Es decir, mensaje al Banco de España: cuanto antes, mejor. Después de afirmar que "las cajas son responsables de lo que les ocurre y de lo que les ocurrirá", aventuró que en 10 años probablemente habrá una sola asociación sectorial ("nunca ha tenido sentido la separación de bancos y cajas porque hacían lo mismo"). Mientras tanto, las cajas defienden su territorio y afrontan la crisis, como explicó Isidro Fainé, presidente de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA) y de La Caixa, quien subrayó las tensiones de liquidez y la presión sobre los resultados y la solvencia que tienen que soportar las cajas para cumplir con los requisitos internacionales.