España regatea el rifirrafe
La selección es la que menos faltas comete y la que más recibe
Una de las consecuencias del jogo bonito es que la obsesión por el balón anula la obsesión por el acoso y derribo. Es más importante proteger la pelota que castigar tobillos. Es el pensamiento de España sub 21, otro de los eslabones que le emparentan con la absoluta, poco dada al rifirrafe.
En el Europeo, España es la selección que menos faltas ha cometido en los dos partidos jugados hasta el momento (25) y la que más ha recibido (43). Los datos legitiman el gusto por el fútbol, aunque los árbitros hayan castigado las escasas faltas con seis tarjetas amarillas, que convierten a España en el segundo conjunto más amonestado, solo superado, por en una amarilla, por los checos, que han cometido más del doble de faltas (51).
Tres de las seis tarjetas amarillas que vieron los españoles fueron por quejarse o levantarse la camiseta tras celebrar un gol. Mientras, el delantero checo Hlousek encontraba menos rigurosidad para sus ocho faltas en 92 minutos.
Tras dos partidos, disputados ante dos equipos físicos y agresivos, como Inglaterra y la Republica Checa, solo ocho de los 16 futbolistas utilizados por Milla han cometido alguna falta. La otra mitad está limpia. Herrera, un futbolista creativo, es el más faltón (6) y Javi Martínez, el más físico, quien más faltas ha recibido (9). Sorprende también que los dos centrales, Botía y Domínguez, que se han fajado con delanteros fornidos y agresivos, hayan resuelto su trabajo con dos faltas del central del Sporting y ninguna del rojiblanco.
El freno de Javi Martínez
Botía está feliz ante delanteros grandotes y estáticos. "Es más fácil marcarles, porque nosotros también tenemos gente grande", explicó ayer. Sin faltas, España apenas regaló un remate de cabeza a los checos, aparentemente fieros en esa tarea. Luis Milla reconoce que los centrales tienen un punto de rapidez que les hace casi infranqueables "con la ayuda de Javi Martínez, el primer freno del juego aéreo". La rápida circulación del balón obliga al rival a cortar el juego con faltas. Muniain no se sorprendió de la agresividad checa el miércoles: "Querían romper nuestro juego a cualquier precio".
A la espera de medirse el domingo (20.45, Cuatro) a Ucrania, España lidera su grupo con cuatro puntos.
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