La Rábida rescata su columna
El proyecto de restauración recupera el orbe y la corona real original
La columna conmemorativa del IV Centenario del Descubrimiento de América, en las inmediaciones del Monasterio de la Rábida (Palos de la Frontera, Huelva), estrenará dentro de poco tiempo nueva cara. En 10 meses, un equipo de arquitectos coordinado por Pedro Rodríguez Pérez acometerá un completo proceso de restauración debido a su estado de deterioro. La actuación, parte de una estructura y cimentación nuevas y recupera elementos de la obra originaria del arquitecto Ricardo Velázquez Bosco, autor de la estufa conocida como Palacio de Cristal ubicado en el Retiro de Madrid. Velázquez Bosco recibió en 1892 el encargo de la construcción de la columna de la Rábida en homenaje a los descubridores.
El monumento alcanza una altura de 46 metros sobre un promontorio
"Se trata de una restauración en el sentido más amplio del término, aprovechando los máximos elementos recuperables pero siendo conscientes tanto de la imposibilidad e inconveniencia de devolverle su imagen decimonónica como la de mantener la reciente que traicionaba el mensaje original", subrayó Rodríguez.
El monumento, declarado Bien de Interés Cultural, ya fue restaurado entre los años 1963 y 1967 a cargo de Luis Martínez Feduchi. El director de la nueva obra rescatará el remate original de Velázquez Bosco, recuperando dos símbolos perdidos: la corona real y el orbe sobre el que se asentará la cruz, idéntica a la que exhibían las tres carabelas en su viaje a América. "Se vuelven a introducir esos dos elementos decisivos que eran la clave del mensaje del monumento de Velázquez Bosco, pero no se reponen repitiendo su forma literal sino que el diseño es de nuevo cuño", remarcó Pedro Rodríguez.
La restauración, con un presupuesto de 1,7 millones de euros, consiste en la construcción de una torre de hormigón armado sobre la que se incorporarán los antiguos elementos pétreos. "Todas las piedras que daban su forma característica a la columna y pedestal fueron objeto de un cuidadoso desmontaje. Y ahora se está iniciando un análisis de las piezas para concretar los tratamientos necesarios para su reutilización para completar la piel de la columna restaurada", explicó Rodríguez Pérez.
Se trata de una columna toscana erigida sobre un pedestal en un montículo artificial. El monumento alcanza una altura de 46 metros sobre un promontorio de cinco metros. "Ahora estamos construyendo la nueva cimentación, más amplia y profunda que la anterior y de hormigón armado capaz de soportar la nueva estructura interior, del mismo material y en cuya chimenea, del doble de anchura que la primitiva, se alojará una escalera para acceder a la coronación del monumento", explicó el arquitecto.
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