La Xunta despide de una fundación a una empleada de baja por maternidad
La entidad pública prescinde de 10 trabajadores más por motivos económicos
Once trabajadores, entre ellas una empleada de baja tras dar a luz, fueron despedidos el pasado 25 de mayo, sin preaviso, de sus puestos en la Fundación para o Fomento da Calidade Industrial e o Desenvolvemento de Galicia, una entidad pública y sin ánimo de lucro que depende de la Consellería de Economía. La Fundación alega "razones objetivas de productividad y económicas", aunque los trabajadores se quejan de que en ningún momento se les han justificado problemas de solvencia y que ni siquiera el comité de empresa ha podido acceder al balance económico de la entidad. Otra de las despedidas se había reincorporado a sus funciones el 4 de mayo tras su baja por maternidad.
No es la primera vez que la Fundación para o Fomento da Calidade Industrial e o Desenvolvemento Tecnolóxico de Galicia -creada en 1996, durante el gobierno de Fraga- despide a parte de su plantilla alegando falta de encomiendas. Desde 2009 fueron expulsados de sus puestos 127 trabajadores, ubicados tanto en los servicios centrales que la fundación tiene en Santiago como en los centros de gestiona en Ferrol y en San Cibrao das Viñas, el Centro de Innovación e Servizos de Galicia, el Laboratorio Oficial de Metroloxía y el Centro de Innovación da Madeira. En dos años, el personal de la entidad, responsable, entre otras encomiendas, de la gestión de ayudas para proyectos de I+D+i, se ha reducido a la mitad. En 2009, trabajaban en la Fundación para o Fomento da Calidade Industrial 255 personas y hoy son 128, sin contar los 11 trabajadores afectados, que denunciarán sus casos alegando despido improcedente. Economía ha rechazado dar su versión de los hechos.
Economía planea la integración de la entidad en la Axencia de Innovación
Desde 2009, la plantilla del organismo pasó de 255 personas a 128
A la celeridad con la que la fundación ha dejado en la calle a sus 11 empleados se une la existencia de seis denuncias anteriores por cesión ilegal, que otros tantos trabajadores, afectados por la última tanda de despidos, interpusieron desde finales de 2009. "Tras el cambio de Gobierno, y argumentando problemas económicos, se nos intentó desvincular de la Xunta", acusa una de las despedidas, que prefiere no dar su nombre. "Quieren liquidar a los trabajadores más problemáticos y quedarse con los más fieles", apunta.
En 2009 fue despedido el equipo que dirigía y se quedó sin funciones, lo que motivó una nueva demanda que espera resolución en el Tribunal Superior de Xustiza. Como Tamara Rodríguez, otra de las empleadas afectada por el despido del 25 de mayo, cree que la entidad está tomando represalias contra los empleados que denunciaron su situación laboral, aprovechando la intención de la Xunta de suprimir la fundación y traspasar sus funciones a la Axencia Galega de Innovación, que aglutinará el apoyo institucional al I+D+i. "Nos dicen que la encomienda se reduce, pero no es la primera tanda de despidos", recuerda Rodríguez, a la que de manera sorpresiva le comunicaron, junto a nueve compañeros más, que la Fundación prescindiría de inmediato de 11 trabajadores. La undécima empleada, de baja, recibió su carta de despido por burofax. Tampoco es la primera vez que una trabajadora de la fundación se queda en la calle en medio de su baja por maternidad. En 2009, la justicia reconoció el despido nulo de una empleada que acababa de dar a luz. La entidad tuvo que reincorporarla a su puesto.
"No solo son los despidos, sino también las formas", considera David Santomil, representante de los trabajadores en el comité de empresa. "Las mujeres pagan más la crisis en la Xunta", acusa la CIG en un comunicado. El sindicato anuncia una concentración delante de los edificios de la Xunta en Santiago para expresar su rechazo a los despidos y la conservación de los puestos de trabajo en la fundación pública.
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