Dos caminos hacia el Tour
Andy Schleck prepara el duelo con Contador escondiendo su juego
Andy Schleck se esconde en Suiza. En el prólogo de la Vuelta a Suiza, en el que, coincidiendo justamente con el momento en que Contador confirmó lo que todos sabían, que correrá el Tour, sufrió una avería en la cadena, perdió más de un minuto; ayer, primer día de montaña, casi dos. El pretendiente se prepara para el Tour como la lógica de estos tiempos exige, como hacen todos: disimulando, mirando para otro lado, renunciado a pelear por extenuantes victorias, probándose, en cambio, en momentos determinados, ayudando también a sus equipiers, en este caso su hermano Fränk, a luchar por el triunfo. Como él, como el luxemburgués ya no tan joven (acaba de cumplir 26 años), todos los demás: Evans, Samuel, Gesink, Basso...
Merckx: "Llegaba más fuerte al Tour los años que ganaba antes el Giro"
"Es la preparación ideal", dice Contador, que nunca lo haría así. Nunca lo ha hecho. Nunca, quizás, lo hará. Contador, el pretendido, que saldrá con el número uno dentro de tres semanas del Paso del Gois, es otra cosa. Es como los campeones, como Merckx, como Hinault, como aquellos para quienes la vida es un constante desafío, una sucesión de retos cada vez mayores que hay que ganar siempre.
El que toca en 2011 es ser el primer ciclista desde 1998 (Pantani, entonces) que gana Giro y Tour en el mismo año. "Y solo eso indica lo difícil que es", dice Contador, quien se puede acoger a la sentencia de Merckx, claro, uno que hizo tres veces el doblete: "Siempre he llegado más fuerte al Tour los años que ganaba antes el Giro".
Después de ganar el Giro de una manera apabullante, Contador ha descansado prácticamente dos semanas y ayer mismo viajó a Risoul, a los Alpes franceses, donde a partir de hoy y hasta el jueves inspeccionará las tres etapas alpinas (finales en Pinerolo, Galibier y Alpe d'Huez) y la contrarreloj de Grenoble, que de miércoles 20 de julio a sábado 23 decidirán un Tour al que los Pirineos (tres días durísimos, con Luz Ardiden y Plateau de Beille, de 13 a 15 de julio) habrán dejado ya muy afinado.
A Contador le dolerán las piernas, ya castigadas en el Giro, pero más dificultad que el desafío físico propondrá el reto mental, la acumulación de tensiones. El recuerdo del ataque de la cadena y los 39s que separaron a Contador de Andy en París aún pesarán sobre el ánimo de los contendientes. También el acoso al que se verá sometido el de Pinto como resultas de la no resolución aún del positivo por clembuterol. Se verá presionado por parte de algunos colegas, como Wiggins, que consideran un escándalo que quiera correr, por parte de otros directores de equipo, por parte de algunos medios, de espectadores.
Como la experiencia muestra, sin embargo, y la carrera profesional de Contador es un ejemplo de pelea contra los imponderables, el ciclista, educado para luchar como lo hacen los yudocas, aprovechando la fuerza del rival en beneficio propio, seguramente aprovechará esa energía en beneficio propio, pues no hay que olvidar que los campeones cuanto más grande es el desafío más se trascienden.
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