Sánchez deja "la primera línea política" y regresa a la docencia
La alcaldesa de Jerez centrará su trabajo en la Diputación
La alcaldesa de Jerez durante los últimos seis años y medio y secretaria general del PSOE en la ciudad, Pilar Sánchez, dio ayer un paso a un lado. Tras haber perdido en las urnas el 70% de los votos y 10 concejales de los 15 que había logrado cuatro años atrás, el mayor descenso registrado en el país, anunció en su primera comparecencia pública tras la sonada derrota electoral que abandona "la primera línea de la política".
Sánchez ya ha solicitado a la Consejería de Educación su reincorporación en el instituto de la pequeña localidad gaditana de San José Del Valle en el que tiene adjudicada, por oposición, una plaza de orientadora durante 14 horas semanales. Compatibilizará su profesión como psicopedagoga con su labor de oposición en la institución provincial, donde tomará posesión como diputada del grupo socialista que dirigirá el secretario general en Cádiz, Francisco González Cabaña, su principal enemigo político en el seno del partido, aunque no el único.
La todavía alcaldesa seguirá al frente del PSOE de Jerez hasta el congreso local, previsto para otoño de 2012. Pilar Sánchez no se presentará a la reelección y permitirá así la renovación socialista que, espera, no llegue "de la mano del pasado". "En estos días concluye una etapa de mi vida muy importante, muy intensa y complicada que me llevará mi tiempo analizar y desmenuzar. Me voy a esforzar en profundizar en todo lo que ha ocurrido y plasmarlo en la historia", dijo. La socialista desveló que ha empezado a escribir un libro contando su visión "de lo que ha ocurrido", en clara referencia a las causas que han motivado un descalabro electoral sin precedentes.
No ha sido poco lo que ha acontecido en cuatro años para transformar una mayoría absoluta del PSOE a una del PP en la mayor etapa de inversiones públicas y privadas que se recuerda en la historia reciente de Jerez. El liderazgo de Pilar Sánchez ha sido discutido en el gobierno y en el partido desde hace años. En el último ejercicio la situación se ha hecho insostenible.
Primero, la socialista perdió la confianza de una mayoría de su gobierno y ocho concejales pidieron auxilio por las maneras de gobernar de la alcaldesa a González Cabaña, quien advirtió en reiteradas ocasiones a la dirección regional del PSOE del descalabro electoral que se avecinaba si mantenían a Sánchez como candidata por el deterioro de imagen que reflejaban las encuestas. En los últimos meses, el PSOE provincial y una parte del federal intentaron desbancarla como cabeza de cartel electoral y, al mismo tiempo, una de las personas en la que más confiaba, la secretaria de Organización del PSOE andaluz, Susana Díaz, almorzaba a sus espaldas con Pedro Pacheco, el candidato de Foro Ciudadano que ha denunciado a Sánchez en los juzgados por 30 supuestos casos de enchufismo y con quien la alcaldesa se negó a sellar un pacto de gobierno.
La polémica persiguió a Sánchez hasta poco antes de la contienda electoral. Hasta 14 miembros de la ejecutiva local socialista pidieron la anulación de su candidatura por un fraude electoral que finalmente fue desestimado por el partido.
La escalada sin control del desempleo y la asfixia financiera municipal con cortes de luz, impagos y protestas laborales permanentes ante la puerta del Ayuntamiento han podido con una alcaldesa que desde hace tiempo había perdido el contacto con algunos de sus concejales. Sánchez achacó ayer la derrota al aumento del paro en 17.000 personas, al desplome de la economía municipal, a la "desunión" del partido, a la falta de "valentía" en la aplicación de recortes, a algún error propio y a la falta de dinero procedente de otras Administraciones.
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