Los análisis confirman que las vieiras que se iban a vender a restaurantes son tóxicas

Estaban contaminadas por la toxina amnésica (ASP). Las analíticas del Instituto Tecnolóxico para o Control do Medio Mariño (Intecmar) de la Xunta efectuadas a las partidas de vieiras fresca decomisadas el pasado jueves por la Guardia Civil confirmaron la toxicidad del marisco que los furtivos ferrolanos vendían a varios locales y restaurantes de la provincia de A Coruña. El resultado fue positivo en todos los casos salvo uno, los bivalvos que se incautaron en la parrilla San Isidro, en Bergondo, que ya habían sido eviscerados. Despojadas del hepatopáncreas, donde se acumula la mayor cantidad de toxinas, estas vieiras cumplían los parámetros sanitarios.

Los análisis certifican el peligro que entraña consumir un molusco contaminado por la toxina ASP, que puede derivar en vómitos, diarreas, daños neuronales irreversibles e incluso la muerte, en caso de intoxicaciones muy graves, según refleja un informe judicial encargado al Instituto de Medicina Legal de Galicia en 2008, tras el último gran operativo policial contra el mercadeo ilegal de vieira, en el que cayeron varios restaurantes de renombre en las provincias de A Coruña y Pontevedra y el responsable de la distribuidora Xanquei, de Santiago.

La Xunta llama a la responsabilidad del consumidor ante el decomiso de vieiras

Tres mariscadores furtivos de Ferrol pasaron ayer a engordar el listado de imputaciones de la Operación Capacho, que ya suma catorce implicados. El Seprona identificó a estos tres vecinos como parte de la trama que extrajo ilegalmente el marisco del fondo de la ría y lo repartió entre cinco establecimientos hosteleros de Ferrol, A Coruña y Santiago, además de vendérselo a un distribuidor de pescados compostelano.La Xunta ha reforzado los controles sanitarios en las zonas donde se han detectado partidas ilegales de marisco. La vieira gallega está en veda y solo puede consumirse congelada y eviscerada en alguna de las dos plantas gallegas autorizadas para llevar a cabo este proceso y certificar su calidad.

Mientras el operativo contra el mercadeo ilegal de vieiras de la ría ferrolana, iniciado el jueves por la Guardia Civil, continúa abierto, la Fiscalía Superior de Xustiza presentó ayer en A Coruña su estudio sobre el furtivismo y su incidencia en Galicia. Según este informe, las sanciones se pueden endurecer, y ante la dificultad de perseguir a los furtivos, habrá que recrudecer el control sobre quienes compran o comercializan marisco capturado ilegalmente. Sobre todo restaurantes, mercados y empresas de distribución.

El fiscal superior, Carlos Varela, abogó por introducir en el Código Penal un nuevo tipo de delito contra la salud pública cuando se descubren partidas de mariscos procedentes de rías vedadas o restringidas por su potencial toxicidad: "Sería un tipo penal de peligro abstracto, sin que sea preciso probar, como ocurre ahora, la presencia" de toxina en los productos incautados. La fiscalía, en su informe, reclama "especial contundencia" contra restaurantes, lonjas y mercados. Propone que a través de sanciones y medidas cautelares, se dificulte la continuidad de estos negocios "en caso de verse habitualmente implicados en casos de furtivismo".

La conselleira do Mar, Rosa Quintana, coincidió ayer con el fiscal en que hay que reforzar la vigilancia sobre quienes comercializan o consuman marisco capturado ilegalmente. "Entre todos debemos luchar contra el fraude", dijo, y llamó a la responsabilidad de los consumidores para que, para preservar su salud, comprueben siempre que adquieren productos del mar "por los cauces legales". Quintana incluso invitó a requerir en los restaurantes los envases de las vieiras que sirvan en los platos. "Desde 1994 solo se puede comercializar vieira que está eviscerada y envasada, y todo lo que no sea así no es vieira de Galicia", apuntó Quintana.

En los 278 arenales y 70 millones de metros cuadrados de zona intermareal que cuenta Galicia, trabajan en la extracción legal de marisco 22.000 personas. Hay distintos tipos de furtivismo: un 19% de los que se dedican al marisqueo ilegal son colectivos organizados; otro tanto son profesionales con permisos de extracción pero que capturan más del cupo permitido; y hay un 16% de furtivos que pertenecen a pequeños grupos marginales.

Las sanciones de la Xunta no suelen surtir efecto al declararse insolventes una gran mayoría de los furtivos. Para evitar estas situaciones, la Fiscalía Superior de Xustiza propone alternativas, como decomisar, hasta que se resuelva el expediente administrativo de sanción, los vehículos, embarcaciones y medios utilizados para extraer ilegalmente el marisco. El estudio sugiere además, a propuesta de la Guardia Civil, sustituir las multas por trabajos en beneficio de la comunidad.