1.656 kilómetros bajo protección

La biodiversidad mira con deseo a la Red Natura 2000. En verano, Medio Ambiente terminará de definir las 58 zonas protegidas -Zonas de Protección Especial (ZPE) o Zonas de Especial Conservación (ZEC)- de esta red ecológica de áreas de conservación, que establece la Unión Europea y que tiene una filosofía distinta a las tradicionales figuras de protección de espacios, como los parques y los biotopos. Así, permite desarrollar otras actividades en estos enclaves, únicamente con un riguroso estudio de afecciones ambientales. "La Red Natura 2000 será el instrumento más importante del que dispongamos en el futuro", recalca el director de Biodiversidad del Gobierno vasco, Germán Alonso.

Los ecologistas afirman que la Red Natura 2000 lleva cierto retraso

Si se suman a este plan europeo los parques naturales vascos y la reserva de la biosfera de Urdaibai, el 23% de la superficie de Euskadi estará protegida por alguna figura. Antxon Olabe, socio de la consultora medioambiental Naider, cree que la Red Natura 2000 supone el mayor avance en la biodiversidad en los últimos años. No obstante, apunta: "Se está progresando bastante lento en la red de corredores ecológicos para conectar los diferentes espacios naturales protegidos y los lugares más valiosos desde el punto de vista ecológico".

De su lado, Ekologistak Martxan recuerda que las ZEC deberían haber estado designadas antes de septiembre del pasado año. "Sin que se declaren, la Red Natura 2000 no deja de ser un mapa de colorines. Opinamos que las Diputaciones no se han tomado en serio este plan, el más importante para frenar la pérdida de la biodiversidad en Europa", remarca Andrés Illana, de Ekologistak Martxan.

La biodiversidad abarca muchos otros aspectos. Por ejemplo, también incluye la protección de especies o de ecosistemas. Mientras que cada vez existen más planes de gestión de especies-casi 20 disponen de uno específico-, no se ha avanzado lo suficiente en la preservación ecológica integral de los ríos.

"Trabajamos intensamente en los estuarios, como en Urdaibai o Txingudi, porque padecen la presión que ejercemos las personas. A través de Ura [la Agencia Vasca del Agua], también estamos mejorando la conservación de los ríos", sostiene Alonso. Por su parte, los ecologistas resaltan que en los presupuestos de las Diputaciones no hay un capítulo específico para la protección de las especies.

En los últimos cinco años se han realizado 15 nuevos planes de gestión de especies en situación de vulnerabilidad. Sin embargo, Olabe opina que los estudios científicos a medio y largo plazo sobre cómo evolucionan las poblaciones no se han trabajado lo suficiente. "Tenemos que avanzar en los planes de consolidación de las especies", reconoce Alonso.

Olabe añade que un tema que adquirirá especial relevancia en la biodiversidad en los próximos años será el del impacto del cambio climático, que se convertirá en la principal amenaza para los ecosistemas. Olabe asevera que, si no se controla la temperatura media de la atmósfera por debajo de los dos grados, el impacto será mayúsculo sobre la biodiversidad.