Socialistas y nacionalistas negocian bipartitos en Ourense y Pontevedra

El primer encuentro formal entre BNG y PSOE para negociar el bipartito en Pontevedra no sirvió ayer para resolver la incógnita sobre si los socialistas entrarán o no en el futuro Gobierno. "No lo hemos decidido", resumió el portavoz socialista, Antón Louro, que compareció tras la reunión con el alcalde en funciones, Miguel Anxo Fernández Lores. Los socialistas sí se comprometen a apoyar la reelección del regidor nacionalista y a favorecer su gobernabilidad.

La reunión entre Fernández Lores y Louro duró una hora y media, tras la cual ambos comparecieron ante los medios. El alcalde, muy sonriente, reiteró que en el Bloque prefieren que el PSOE entre el Gobierno, tal como hizo en 2007. "Esperamos seducir a Louro y al grupo municipal del PSOE", dijo, y aludió en varias ocasiones a un "proyecto conjunto" para los próximos cuatro años. Louro fue menos festivo. Aunque se refirió al "amplio nivel de coincidencia de criterios", prefiere esperar a las "reuniones de carácter técnico" que se celebrarán la semana que viene.

Francisco Rodríguez ofrece un pacto de continuidad al BNG ourensano

Será fruto de esas reuniones - en ellas se debatirá qué concejalías están dispuestos a ceder los nacionalistas- la decisión del PSdeG de entrar o no. Lo que Louro garantizó es que, en caso de permanecer en la oposición, renunciará a la beligerancia. "Estamos para apoyar a quien gobierne Pontevedra, a que la ciudad tenga el mejor Gobierno", adujo Louro, que desvinculó la postura final del PSOE de la situación en Vigo, donde los nacionalistas han rechazado un pacto para toda la legislatura. "El Gobierno tendrá, si puede ser, 14 concejales [los 11 del BNG más los tres del PSOE]

y si no, será de 11 con apoyos puntuales por un pacto de gobernabilidad", abundó Lores.

En Ourense, mientras, BNG y PSOE comenzarán el lunes a negociar las condiciones de la reedición de bipartito. La decisión adoptada la noche del jueves por la asamblea local del BNG, con el respaldo del 74% de las bases, confirma las expectativas que tenía el alcalde en funciones, el socialista Francisco Rodríguez, de repetir coalición con los nacionalistas.

"Es lo que nosotros entendimos que pedían los ourensanos", destacó ayer Rodríguez, para puntualizar que el proceso de negociación será, en esta ocasión, más sencillo que hace cuatro años, cuando hubo que partir desde cero. Entonces, los nacionalistas reclamaron una tenencia de alcaldía desde la que intentaron significar las diferencias con el socio de gobierno y que, mal digerida por la ciudadanía, acabó diluyéndose.

El candidato socialista entiende que el nuevo Gobierno tiene que ser necesariamente "de continuidad" de los proyectos iniciados en el mandato anterior. Los nacionalistas, con tres concejales menos que en 2007, aspiran a mantener las mismas parcelas del bipartito. Rodríguez destaca que lo importante es "dar continuidad al proyecto", aunque matiza que, en todo caso, "respetando la relación de fuerzas y dando prioridad al interés general por encima del partidario". El PSOE confía en cerrar el acuerdo la próxima semana.