La lluvia amenaza la final

El fantasma de Björn Borg, el hombre de hielo, se mueve al compás del viento que golpea París mientras las nubes negras anuncian lluvia y la Federación francesa se prepara para la posibilidad de que la final no se pueda disputar mañana (15.00, La 1): hay un 80% de posibilidades de que caiga agua, según el parte meteorológico. El sueco es el hombre récord del tenis. Rafael Nadal, el único que aguanta su ritmo, buscará el sexto título de su carrera en París, con lo que igualaría la histórica marca del genio de Södertälje, completaría siete cursos seguidos conquistando un grande y se convertiría en el segundo jugador más joven de la historia en llegar a los 10 títulos del Grand Slam, también por detrás del sueco.

Nadal cumplió ayer cumplió 25 años. Antes y después del partido, escuchó al público cantarle cumpleaños feliz en inglés y francés. Luego, la televisión francesa le regaló una colección de DVD con sus cinco finales vencidas y la organización le invitó a soplar las velas de una tarta.

Las similitudes entre Borg y Nadal, los maestros del doblete tierra-hierba, hombres acostumbrados a ganar en Roland Garros y Wimbledon, se dan también en los malos momentos. En 1981, con 25 años, Borg perdió en Montecarlo con Pecci. El resultado hizo temblar al circuito, de tan abrumador que era el dominio del sueco sobre arcilla. Nadal ha descubierto a un rival de altura en el serbio Djokovic, que le ha vencido en cuatro finales seguidas. Borg no volvió a jugar hasta Roland Garros, donde tembló y tembló hasta repetir el título. Nadal, también sufriente este año en París, defiende mañana su corona.