Los socialistas advierten al BNG del riesgo de inestabilidad

Vigo ha resultado ser el primer ayuntamiento donde se pondrá a prueba la estabilidad de los pactos solo de investidura. Las ejecutivas del PSdeG y del BNG están negociando un modelo que sirva para garantizar la gobernabilidad allí donde el apoyo mutuo entre ambos partidos para cerrar el paso al PP no se concrete en gobiernos de coalición. Es el caso vigués, tras la decisión de la asamblea local de los nacionalistas de rechazar un nuevo bipartito. Lo que el PSOE reclama es que el apoyo de investidura, en este caso al socialista Abel Caballero, tenga continuidad en un compromiso de respaldo tácito para los proyectos más relevantes del mandato, incluidos los presupuestos. El partido de Pachi Vázquez advierte al Bloque que el trato será recíproco, ya que también hay alcaldes nacionalistas que dependerán del PSdeG.

"Si hay problemas en Vigo también los puede haber en Pontevedra, y si se producen en Ourense, se pueden dar en Carballo", afirman, a modo de ejemplo, en el entorno del secretario general del PSdeG. Los socialistas se declaran "tranquilos" tras la decisión del BNG vigués de no entrar en el gobierno local, pese a no ocultar que hubieran preferido reeditar el bipartito. No obstante, pronostican que el BNG no ejercerá una oposición de bloqueo a los proyectos del gobierno local, porque otros alcaldes nacionalistas dependerán del PSdeG.

Sin coalición

La estabilidad del alcalde de Vigo será un termómetro que permita calibrar en la sede socialista de O Pino el funcionamiento de los gobiernos con apoyo de investidura pero sin coalición, a pesar de que tanto Pachi Vázquez como el portavoz nacional del BNG, Guillerme Vázquez, están convencidos de que habrá bipartitos en la gran mayoría de los 35 ayuntamientos donde son posibles. Pero en algunos de ellos, asumen, no será así, debido a los roces acumulados durante el pasado mandato, en el que se llegaron a romper coaliciones como las de Cuntis, Fene o Noia. Es en esos ayuntamientos, además del de Vigo, en donde posiblemente los pactos se limiten a la investidura.

"No tiene sentido apoyar a un alcalde para hacerle una oposición de bloqueo", reflexionan en las filas socialistas. Ese es el planteamiento que la delegación del PSdeG le transmitió el miércoles a otra del BNG en una reunión para establecer el marco de relaciones en los ayuntamientos. En esa reunión se produjeron avances, que tratarán de concretar el lunes en un nuevo encuentro.