Las tiritas de Del Bosque
El seleccionador español, en alerta, interviene lo justo por ahora para tratar de cerrar la herida entre los jugadores del Barça y el Madrid tras los cuatro clásicos de abril y mayo
El clima es frío entre los jugadores de la selección española. Se fue Luis Aragonés, el inventor de La Roja, y con él se evaporó el espíritu de Neustift, ese aliento que la convirtió en campeona de Europa en junio de 2008 en Austria. Si quedaba algo de aquello, los cuatro clásicos entre el Barça y el Madrid en 18 días han terminado por embarrarlo. Vicente del Bosque sabe perfectamente que hay heridas que no cicatrizan en dos días, que requieren tiempo. Pretende ser práctico. Y en eso está. "Las cosas volverán a ser como eran, pero la verdad es que ahora el ambiente es un poco raro", atinó a reconocer ayer uno de los veteranos del equipo, que no juega ni ha jugado en el Barça o en el Madrid.
"Todos hemos hecho algo feo, todos, de un equipo y de otro", matiza el técnico
En la selección se atiende a los gestos desde que el martes se reencontraron los internacionales en Las Rozas y todos los detalles se interpretan: Ramos colgó una foto en twitter donde aparece con los jugadores del Madrid y se da por hecho que no se habla con los del Barça; en Providence, los futbolistas se van de compras en grupos -de hecho, solo se vio salir del hotel a los del Villarreal, con Negredo, y a Marchena y Silva, juntos- y se interpreta que el resto no se trata. Y mientras Piqué, a quien se le nota aburrido sin Cesc ni Puyol al lado, envía mensajes de despedida por la red a Shaquille O'Neal, Xabi Alonso, que ayer compareció en rueda de prensa con Torres, prefiere pasar página: "Es un tema más periodístico que nuestro. Cuanto menos hablemos de ello, mejor para todos".
Lo cierto es que el primer preocupado por cómo caza la perrita es Del Bosque. Desde que los convocados para los partidos amistosos contra Estados Unidos, mañana, y Venezuela, el martes, quedaron concentrados, no ha hablado del tema. Sin embargo, el seleccionador y Fernando Hierro, el director deportivo de la federación, sí lo hicieron antes de dar la lista. Tratando de poner árnica en algunos casos, les recordaron la existencia de códigos, los que se manejaron siempre en la selección, y les avisaron de que ciertas actitudes penalizan.
En el vuelo que llevó a la selección a Providence, para jugar mañana en el Gillete Stadium, de Foxborough, contra Estados Unidos, Del Bosque atendió a los periodistas y habló de las consecuencias de los enfrentamientos, físicos y dialécticos, entre los futbolistas del Madrid y el Barça, inauditos por haberlos protagonizado compañeros en el equipo nacional. De hecho, los primeros sorprendidos fueron los argentinos de uno y otro conjunto, que se respetaron como corresponde: mientras se intercambiaban las camisetas en el túnel de vestuarios, los españoles iban a degüello.
En la federación se esfuerzan por no culpabilizar a nadie, pero son conscientes de dónde está el origen de los problemas. Del Bosque insinúa y pone tiritas en la herida, cuestión de carácter. "Tras la tempestad, siempre viene la calma. Si queda alguna costra, estaremos atentos", dijo ayer, insistiendo en una idea: "No vamos a crear problemas donde no los hay. Los ha habido antes de llegar aquí, pero nosotros no hemos advertido nada extraño. Estaremos atentos por si acaso". Para el seleccionador, hubo situaciones normales, propias del deporte: "Hasta cierto punto, no doy mayor importancia a lo que pasó en el campo. Todos sabemos lo que es el fútbol". Lamentó, sin embargo, "la influencia externa en las declaraciones" de algunos jugadores.
"Tenemos toda la información necesaria sobre lo que ha pasado y, como lo que pretendemos es que no nos afecte, debemos reconducir el tema", insisten fuentes federativas; "a veces, las palabras duelen más que las patadas". En ese sentido, se enmarca el cambio de actitud en las declaraciones de los jugadores del Madrid, que finalmente han felicitado en público a sus compañeros del Barça por su victoria sobre el Manchester United en la final de la Champions.
Del Bosque defendió a los futbolistas del Barça que fueron acusados de fingir agresiones. No en vano la federación tiene bien documentadas algunas de Arbeloa a Villa, por ejemplo. "Yo creo que no hacen teatro", dijo el seleccionador; "todos hemos hecho algo feo, todos, de un equipo y de otro, y actuaciones no edificantes. El que esté libre de culpa, que tire la primera piedra. Pero yo nunca le he dicho a nadie que haga cosas feas en el campo. Ni se lo he dicho a los jóvenes, cuando los entrenaba, ni a los profesionales". Y matizó: "Ni me lo han dicho nunca a mí".
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