El precio de frutas y hortalizas cae un 50% tras la crisis del pepino

El efecto dominó que tanto temían los productores de frutas y hortalizas cuando se desató la crisis alimentaria del pepino ha empezado a dejarse notar. La COAG cifró ayer en un 50% la caída media de los precios en origen en otros productos hortícolas ajenos a esa crisis, una situación derivada de los excedentes de producción que ha causado la caída del consumo -que las cooperativas agrupadas en Faeca estiman sobre el 40%- y el freno de las exportaciones.

El pepino que salía de los invernaderos de Almería se estaba vendiendo antes de la crisis a 0,45 euros el kilo, y ahora lo hace por debajo de 0,30. Pero, paradójicamente, no es el que sufre la caída más acusada. La sandía ha visto menguado su precio por encima del 50% (ha pasado de 0,45 a 0,21) al igual que la berenjena (de 0,58 a 0,32). Mayor aún es el retroceso en el calabacín, que ha pasado de 0,35 a 0,10. El tomate, que partía de precios muy bajos, sufre caídas en origen del 25% y se vende a 0,36.

No sólo en Almería, principal referente hortofrutícola andaluz, se han hundido los precios. En Jaén, por ejemplo, los agricultores de Torreblascopedro, Campillo del Río o Úbeda están vendiendo el kilo de cebolla a 0,10 euros, cuando en el último año ha alcanzado picos de 0,60 euros. Por si fuera poco, la COAG ha advertido que la cadena de distribución Carrefour está utilizando la sandía blanca sin pepitas como producto reclamo, al planear para la semana próxima una oferta de este producto a 0,59 euros el kilo, causando así el hundimiento de los precios en origen. Una estrategia que, a juicio de la COAG, está siendo seguida por otras cadenas, que para poder competir con el gigante francés obligan a los productores a malvender esta variedad de sandía.

"La situación es absolutamente catastrófica debido al efecto psicosis que hay entre los consumidores de la marca España", señaló Agustín Rodríguez, secretario regional de UPA. Esta organización ha reclamado a Bruselas la activación de los mecanismos de gestión de mercados con el objetivo de recuperar los precios de todos los productos agrícolas afectados por la crisis producida. La UPA también pedirá a la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria el reforzamiento de sus mecanismos "para evitar alarmas innecesarias, que puedan ser estrategias anticompetitivas entre estados miembros de la Unión Europea".

En parecidos términos, la Federación Española de Asociaciones de Productores y Exportadores de Frutas y Hortalizas (Fepex), va a reclamar compensaciones mediante las medidas de gestión de crisis que recoge el reglamento comunitario, pero pagando al productor a precios de mercado. Y es que, a juicio del secretario de Fepex, José María Pozancos, "los sistemas de gestión de crisis no son válidos", dado que ofrecen precios de tres céntimos por kilogramo cuando algunas hortalizas tienen costes de producción de 50 céntimos por kilo. Con esta situación, aseguran los agricultores, los productos se están quedando estos días en el campo y en los almacenes, porque a los productores no les interesa asumir el coste de la recolección.

La consejera andaluza de Agricultura, Clara Aguilera, admitió ayer que esta medida, como ocurre con el almacenamiento de aceite de oliva, conlleva precios que no están actualizados al tratarse de mecanismos de gestión de crisis "muy poco usados".