1,1 millones por la torre de Sarria
La familia propietaria del BIC en ruinas lo pone a la venta en una inmobiliaria
Una enorme grieta medra desde hace años en la cara opuesta a la escalera. Es tan ancha la brecha que varios pájaros asociados en cooperativa han construido allí una urbanización de viviendas. Lo demás está cubierto por la maleza, confinado en una finca particular de más de 9.000 metros e inaccesible para la gente que pasa por Sarria, pese a que la torre, la última de las cuatro que llegó a tener la fortaleza medieval destruida por los Irmandiños, es Bien de Interés Cultural.
No hay peregrino que pase por Sarria que no conozca la torre y se extrañe de verla cerrada. El Camino Francés pasa pegado a la muralla que cierra la parcela, y de hecho este punto, el más elevado de la localidad, es el que eligen para empezar a andar la mayoría de los que logran la compostela. El requisito para obtener el diploma de peregrino es recorrer a pie 100 kilómetros, y el mojón 111, bonito para las fotos, está junto a la torre.
La iglesia arruinada de Albeos, del siglo X, en Crecente, cuesta 300.000 euros
El concejal alertó a Patrimonio del "preocupante" estado de la fortaleza
Hace mucho tiempo que el símbolo de Sarria sufre agresiones. Después de los Irmandiños, la fortaleza se reconstruyó, pero más adelante se demolió y los sillares se usaron para hacer casas. El Ayuntamiento ha intentado en varias ocasiones comprar la única torre que quedó en pie, pero la familia propietaria, la de los Batallón, repartida entre Lugo y Madrid, no cede en el precio. Ahora ha puesto a la venta la insostenible propiedad por 1.100.000 euros a través de una inmobiliaria especializada en pazos, casas señoriales, aldeas abandonadas, rectorales y edificios ilustres de toda índole, a la espera de un cliente con posibles.
El interesado podría ser un alemán, un británico, un holandés, un madrileño o un catalán, si se tiene en cuenta el grueso (el 80%) de la clientela que pregunta por las casas que publicita en internet (www.aldeasabandonadas.com) esta inmobiliaria del grupo de brokers Sacapartido.com. El conjunto de la "torre fortaleza", como se vende, incluye, además del edificio defensivo con escalinata y foso y la finca amurallada, una casa principal, otra para los caseros (entre las dos, 538 metros cuadrados) y un palomar. "Lo ideal sería dedicarla a establecimiento hostelero tipo parador", sugiere Rafael Canales, socio y director de Sacapartido.com, que confía en que al final se termine vendiendo la propiedad, porque está en el Camino de Santiago, una de las áreas más demandadas por los de fuera, "junto a la Ribeira Sacra, el valle del Eo y la Costa da Morte".
La crisis no ha restado clientela a esta inmobiliaria que ofrece en su catálogo una treintena de aldeas abandonadas en Galicia y muchos más pazos. La coyuntura económica lo único que ha hecho ha sido desplazar los ojos del comprador del este al oeste de España. Ahora "todo el mundo pide Galicia porque hay casas superpreciosas por un precio hasta diez veces menor", sigue explicando Canales.
"Hay cosas que en tres meses se venden y otras que tardan cuatro años", reconoce el agente, "pero a la familia [de la torre de Sarria] no le urge deshacerse de esa propiedad en los próximos meses. Puede esperar". La mayoría de las magníficas posesiones de la lista de Canales no alcanzan ni por asomo este precio. Incluso se venden por 300.000 euros las ruinas de una iglesia monacal del siglo X en Albeos (Crecente).
Pero lo cierto es que, si se compara el coste de la fortaleza con el de otros edificios emblemáticos, la torre de Sarria parece una ganga. Por ejemplo, la misma inmobiliaria ofrece por 2.180.000 euros la casa "a reformar" del cantón de San Bieito que habitó Murguía en Compostela. Y por cuatro millones redondos se brinda la posibilidad de ser señor del castillo de Fisterra, engarzado en las rocas sobre el mar con sus 3.000 metros construidos y sus 5,2 hectáreas de terreno. Aunque si se prefiere ser señor de Camariñas, allí se ofrece por un precio todavía mayor un pazo que es BIC, tiene playa privada y se construyó en el XVII a partir de las dos torres del castillo medieval que quedaron en pie. Aquí no hay que hacer obras.
El consistorio de Sarria ofreció algo más de la mitad de lo que exigen los Batallón por la torre. Xermán Arias, concejal de Cultura, explica que hubo varias corporaciones que tantearon a la familia. "La última vez fue en la pasada legislatura. Asistimos a las negociaciones el alcalde, otra concejala y yo. Casi llegamos a cerrar el acuerdo, pero al final quedó en nada", lamenta, "para el Ayuntamiento es difícilmente asumible comprar la fortaleza a ese precio porque luego habrá que gastar otro tanto, o más, en rehabilitarla y darle contenido". "La grieta de la cara norte crece, y el estado de la torre es muy preocupante", asegura el concejal, que alertó a Patrimonio del estado del edificio y pide que alguien tome medidas. "No sé si la Xunta o la familia, pero alguien tiene que rehabilitar aquello", dice, porque hay un papel, la ley, que al menos en teoría lo protege.
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