Ence: "No estudiamos nada, estamos bien donde estamos"

Ence no tiene prisa por cambiar el emplazamiento de su fábrica de Pontevedra. Aunque de aquí a 2018 debería buscar un nuevo lugar para su planta de celulosa, ya que es la fecha en la que caduca la concesión, no parece ser una de las principales preocupaciones de su consejero delegado, Ignacio Colmenares, a tenor de lo que dijo ayer en Santiago: "No estamos estudiando nada. Estamos muy bien donde estamos".

Colmenares prefirió no aclarar pormenorizadamente la posición de la empresa con respecto a su continuidad en la ría. Tampoco la opinión que le merece la victoria en las municipales del nacionalista Miguel Anxo Fernández Lores, uno de los máximos detractores de la planta. "A las empresas no nos corresponde hacer valoraciones electorales", zanjó en la presentación de un acuerdo entre Ence y los Productores de Madera de Galicia (Promagal).

La oposición del Gobierno municipal de Pontevedra a la permanencia de Ence en la ría no fue frontal hasta la llegada de Lores a la alcaldía, en 1999. El PSOE, titubeante al principio, se sumó decididamente al rechazo a la planta con la llegada de Teresa Casal a la vida municipal, a la que ya ha renunciado. El PP fue el último en subirse al carro con el aterrizaje de Telmo Martín en 2007.

El alcalde quiere que Ence no siga más allá de 2018 pero duda de que la postura de la Xunta a favor del traslado sea sincera. Insiste, en ese sentido, en que mientras el Gobierno autónomo no anule un plan supramunicipal aprobado en 2003 por el Gobierno de Fraga que daba a los terrenos en que se asienta la fábrica la calificación de suelo industrial, los mensajes a favor del traslado que llegan desde Santiago no se deben tomar en serio. Tambiéncree el regidor que la consellería de Medio Ambiente no debería renovar a la empresa la autorización ambiental integrada, a punto de caducar tras su última ampliación por parte del bipartito, en 2008. Lo demás, dice, es "hablar para la feria".

El candidato popular, Telmo Martín, pedía el traslado pero quería que el complejo se quedase en la comarca. Una de sus últimas propuestas de precampaña fue proponer las parroquias de Marcón y Bora. El socialista Antón Louro, por su parte, insiste en que la caducidad de la concesión en 2018 obligará al traslado, y aboga por "trabajar también para una reubicación que reduzca el impacto económico".