Catalanes, tan cerca y tan lejos

Porfirio Díaz, presidente de México durante más de tres décadas a caballo de los siglos XIX y XX acuñó una sentencia lapidaria: "¡Pobre México! Tan lejos de Dios y tan cerca de los Estados Unidos". No está clara la distancia que hay entre Dios y los valencianos, pero un estudio elaborado por el Colegio Oficial de Sociólogos y Politólogos revela que los valencianos se sienten tan cerca como lejos de los catalanes. La cuarta edición de un informe sociológico financiado por Arag, una empresa de origen alemán dedicada a los seguros de defensa jurídica con 75 años de presencia en España, revela que un 41% de los valencianos consideran que los catalanes son fiables. La confianza de los valencianos en sus vecinos del norte es muy superior a la media nacional.

El mismo informe, sin embargo, pone de manifiesto que un 30% de los valencianos tiene poca confianza en los catalanes. "Los catalanes generan polémica en la Comunidad Valenciana", concluyó Virginia Tusell, coordinadora del informe.

Los vecinos que menos confianza generan entre los valencianos son los andaluces (33%), pero la distancia es perfectamente recíproca entre valencianos y vascos. Un 30% de los vascos considera que los valencianos no son fiables. Viceversa. Un 30% de valencianos considera que los vascos tampoco son fiables.

El informe busca explicitar hasta qué punto la confianza influye en la contratación de seguros de defensa jurídica. "Del mismo modo que un seguro médico da acceso a médicos, un seguro de defensa jurídica da acceso a abogados", explicó Tusell.

El estudio pone de manifiesto que los valencianos de entre 24 y 49 años y con estudios superiores son los que más confían en sus conciudadanos. Como resultado, son también los más susceptibles de sufrir un desengaño o estafa.

Y revela que la crisis económica influye directamente en la pérdida de confianza. La paraula és l'home, por ejemplo, ya no tiene el sentido que solía. "Un mayoritario 88% de los valencianos ya no confía en el tradicional apretón de manos para cerrar un trato y prefieren dejar los acuerdos por escrito", explicó Tusell.

El 94% de los valencianos se consideran a sí mismos personas fiables sin ninguna duda. Sin embargo, un 60% reconoce que no confía en los demás y hasta un 65% considera que "el resto de personas no son de fiar".

El estudio no pretende medir el grado de confianza de los ciudadanos hacia las instituciones, el sistema financiero o hacia los partidos políticos, sino hacia la familia, el entorno próximo o los desconocidos. Y saca a relucir conclusiones llamativas. "Los urbanitas con estudios superiores son los más confiados", explicó Tusell. "Los habitantes de pueblos pequeños confían en sus vecinos pero desconfían ciegamente de los visitantes, mientras que los vecinos de grandes ciudades están mucho más habituados a tratar con desconocidos y cerrar acuerdos con ellos".

Los más jóvenes son los más desconfiados. "No tienen resueltas sus necesidades básicas de vivienda o trabajo", dijo Tusell. Y afrontan un problema. En las actuales circunstancias, no les resulta fácil resolver ni uno ni otro problema. "Los jóvenes son los adultos del futuro", apuntó Tusell.

La compañía de servicios jurídicos ha constatado que los ciudadanos, sino más desconfiados, sí se han hecho "más cautos". "Antes se vendía el coche en una gasolinera", apuntó Federico Gil, director comercial de Arag para el sur de España, "ahora prefieren que les redactemos un contrato para evitar problemas en el futuro. Hemos pasado de quejarnos a reclamar nuestros derechos, sobre todo en vivienda y materias laborales".