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Reportaje:SI LOS EDIFICIOS HABLASEN

Cómo hacer del viejo Ayuntamiento un museo 'sexy'

El PP quiere convertir la Casa de la Villa en un centro que explique la historia de la institución municipal

Patricia Gosálvez

Evaristo es uno de los pocos que queda en el viejo Ayuntamiento. Es conserje y vive hace más de 20 años en uno de los torreones de la Casa de la Villa, en cuyos aledaños se reune desde hace siete siglos el Gobierno municipal. Esta no es una historia breve. Arranca en 1346 cuando el Concejo de Corregidores empieza a reunirse en el atrio de la desaparecida iglesia de San Salvador y acaba con Ruiz-Gallardón mudándose a Cibeles. Empecemos por el final.

Dos días antes de las elecciones, Evaristo va abriendo las puertas del edificio vacío a Juan Bravo, concejal de Hacienda (propietaria del inmueble) y al coordinador general de Infraestructuras Culturales, Juanjo Echavarría. Este lleva en las manos un grueso dossier con el plan que pretende transformar la Casa de la Villa en una sección del Museo de Historia que explique la evolución de la municipalidad. En la tapa hay una foto: dos manos retiran, como si fuese un sombrero, una parte de la maqueta del edificio. "A lo largo de los siglos ha crecido y se ha transformado de forma indigna", dice Echevarría, "lleva una pesada mochila que hay que quitarle". Levantada en 1644, mitad cárcel y mitad Casa Consistorial, la obra original se alargó más de 50 años (y tres arquitectos) y fue sucesivamente reformada en los siglos XVIII, XIX y XX. Juan de Villanueva creó la galería neoclásica de la fachada a la calle Mayor en 1787, Luis Bellido construyó en 1915 el pasadizo volado que la une con la Casa de Cisneros.

Se calcula que la obra costará ocho millones de euros y durará dos años

El proyecto del PP es "quitar lo malo y respetar lo bueno" de esta mutación secular. Ejemplo: el patio, abierto en origen, fue dividido en dos y cubierto por una vidriera después; ahora volverá a tener un solo piso, pero se conservará la vidriera porque es de Maumejean y está protegida. Años de compartimentaciones para hacer despachos se eliminarán creando salas expositivas diáfanas (los intrincados pasillos y asimétricas oficinas son un paseo de instalaciones anticuadas, falsos techos y malas decisiones arquitectónicas). Toda la parte trasera se eliminará y habrá que inventarse una nueva fachada posterior. En total se perderán 1.700 metros cuadrados, que se planean compensar construyendo "algo" en la plaza dura que hay detrás del edificio (sobre el parking). Posiblemente un cubo de cristal que aloje un restaurante, o alguna otra cosa que dé dinero. El concejal calcula que la obra costará unos ocho millones de euros y que cuando arranque, "en el futuro", llevará unos dos años. ¿Cuándo será eso? "En el futuro significa cuando haya dinero", sonríe Bravo. "El presupuesto de la remodelación es manejable, pero no podemos convertirlo en una prioridad". Durante la campaña, el PSOE tachó la mudanza del Consistorio al Palacio de Comunicaciones como "ostentosa" y prometió devolverlo a la Casa de la Villa, convirtiendo Correos en un museo de la ciencia. "Absurdo", dice Juan Bravo, "la idea del traslado fue de Trinidad Jiménez en 2003... hace años que la Casa de la Villa resulta obsoleta para alojar el Ayuntamiento".

El corazón burdeos de esta casa, el salón de plenos, está distribuida como el Parlamento inglés: un rectángulo que enfrenta a los partidos cara a cara. Los concejales (que han crecido al ritmo de los habitantes) se apretujan en tresillos de cuero rojo. La decoración es puro estilo arrepentimiento: paredes forradas con brocados de seda, mucho dorado y madera oscura. Tras la mesa del alcalde hay un retrato del Rey y sobre ella un crucifijo que nadie sabe de dónde ha salido ("ya estaba cuando Tierno, así que Gallardón lo conservó", dice Bravo). "La imagen que tenemos de la Casa es la de la peor época de las artes decorativas, tiene ese tufillo de parador nacional", dice Echevarría. "Queremos recuperar en parte su espíritu original que era más transitable y abierto, más desornamentado y natural".

Fachada de la Casa de la Villa. Debajo, maqueta del proyecto de reforma.
Fachada de la Casa de la Villa. Debajo, maqueta del proyecto de reforma.GORKA LEJARCEGI
Maqueta del proyecto de reforma.
Maqueta del proyecto de reforma.

Casa de la Villa

- Autor. Gómez de Mora y otros.

- Construcción. De 1644 a 1696, con sucesivas remodelaciones.

- Ubicación. Plaza de la Villa (Sol).

- Función original.Ayuntamiento, actualmente vacío.

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Sobre la firma

Patricia Gosálvez
Escribe en EL PAÍS desde 2003, donde también ha ejercido como subjefa del Lab de nuevas narrativas y la sección de Sociedad. Actualmente forma parte del equipo de Fin de semana. Es máster de EL PAÍS, estudió Periodismo en la Complutense y cine en la universidad de Glasgow. Ha pasado por medios como Efe o la Cadena Ser.

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