Feijóo: "Se reafirma el cambio que iniciamos en Galicia hace dos años"

Alberto Núñez Feijóo prorrogó anoche su gira de la campaña para felicitar personalmente a Gerardo Conde Roa, en Santiago, a José Manuel Rey en Ferrol y a Carlos Negreira en A Coruña. Si el viernes clausuró los mítines de esas tres ciudades, ayer el presidente se fue de fiesta con sus candidatos y futuros alcaldes. La noche lo merecía -según explicó, su felicidad era comparable o "incluso mayor" a la del triunfo en las autonómicas- porque los comicios "reafirman el cambio iniciado hace dos años cuando los gallegos dieron un voto de confianza" al PP. Esas siglas lograron ayer el triunfo en 232 de los 315 ayuntamientos gallegos (el 73, 6% del total), con 18 puntos porcentuales de ventaja sobre el PSdeG y 28 por encima del Bloque. Su "enorme enhorabuena" fue para los protagonistas de las mayorías abolutas, pero también se acordó de los candidatos que ganaron en "dos de cada tres" municipios gallegos.

El PP acarició el bastón de mando en Vigo, Lugo y Ourense

Negreira logró una inesperada mayoría absoluta en A Coruña

Su poco disimulada sonrisa por un triunfo que pocos pronosticaban en los cuarteles del PP, no le impidió ponerse institucional ni recordar que en las próximas semanas llamará a los presidentes de las diputaciones y los alcaldes de las principales ciudades "para intentar buscar una salida a la crisis". Comprometió además que la Xunta no hará distingos y colaborará "con todos los alcaldes y alcaldesas y todos los partidos con representación parlamentaria para afrontar el principal problema de Galicia que es el desempleo".

Con todo, el hombre de la noche del PP no estaba ayer en la sede regional, sino en la de A Coruña. El presidente provincial, Carlos Negreira, no solo logra gobernar la ciudad por primera vez en la historia de la democracia, sino que arrebata la diputación al socialista Salvador Fernández Moreda. A ese éxito contribuye la inesperada mayoría absoluta de Gerardo Conde Roa en Santiago -donde el PP apenas gobernó durante doce meses hace 25 años- y de José Manuel Rey en Ferrol, valor emergente con solo 35 años. Los resultados de anoche retrotraen al PP a los mejores años del fraguismo, en los noventa. Obtiene tres de las cuatro diputaciones, salvo Lugo, que seguirá en manos socialistas si pactan con el BNG, y sus siglas fueron las más votadas en las siete ciudades. Los populares se han quedado a las puertas de los gobiernos de Vigo, Ourense, Lugo y Pontevedra. El PP consolida su hegemonía en Lalín, y en Ribeira el exportavoz parlamentario, Manuel Ruiz Rivas, agranda la mayoría absoluta de su antecesor, José Luis Torres Colomer. Y en Vilagarcía le bastaría con pactar con uno de sus ex concejales, que concurrió como independiente, para que Tomás Fole pueda hacerse también con el bastón de mando en esa villa.

Los barones de Ourense y Pontevedra, José Luis Baltar y Rafael Louzán, no solo vencen en sus feudos sino que amplían la hegemonía del PP en sus respectivas diputaciones.

La otra cara de la moneda está en Lugo, donde Xosé Manuel Barreiro no logra arrebatar aunque por un estrecho margen la institución provincial a José Ramón Gómez Besteiro, uno de los valores en alza del PSdeG, ni tampoco amenaza la alcaldía de la capital en manos de Xosé López Orozco, obligado ahora a entenderse con los nacionalistas.

Si el PP persiste en su filosofía de que los resultados de la noche electoral legitiman las prácticas de sus dirigentes por dudosas que sean, Feijóo puede tener un problema en Ourense, donde el clan de los Baltar se refuerza con un diputado provincial más, por mucho que su hombre en la capital, Rosendo Fernández, lograse anoche un discreto resultado con 11 ediles, dos menos de los que obtuvo en 2007.

Mos, Abegondo y Folgoso do Courel, los casos más sonados de transfuguismo, ratifican otras tantas mayorías absolutas para el PP. Y los alcaldes de Fisterra, José Manuel Traba, y Mazaricos, José Manuel Santos, a quienes el juez imputa graves delitos relacionados con la corrupción en la Operación Orquesta, también refrendan sus mayorías absolutas.