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Reportaje:FÚTBOL | 38ª jornada de Liga

Contra el rejonazo

Seis equipos luchan por evitar el descenso con 243 probabilidades en juego

El 17 de junio de 2007, la Real Sociedad escribió un renglón torcido en una historia correctamente escrita. Aquel día, un empate ante el Valencia le mandó a Segunda División y rompió la magia de haber sido hasta entonces el equipo (después de los tres intocables, Athletic, Real Madrid y Barcelona) que más temporadas consecutivas llevaba militando en Primera División (40). Muchos seguidores blanquiazules creyeron entender entonces las palabras de José Luis Orbegozo en su despedida, tras haber conquistado dos títulos de Liga en el inicio de la década de los ochenta: "Dejo un club herido de muerte". Una premoción. El descenso a Segunda División no solo emborronó su historia sino que a punto estuvo de llevarse por delante no solo la categoría sino a la propia sociedad, a punto por momentos de la liquidación y salvada in extremis por las instituciones.

Los donostiarras se miden al Getafe en el único duelo que reúne a dos implicados
"No quiero saber nada de transistores, solo centrarme en cómo ganar", apunta Lasarte
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Hoy, 21 de mayo de 2011, el mismo cuchillo helado recorrerá el esqueleto de un club que ya se ha acostumbrado a los sobresaltos, tras tantos años de placidez. El partido ante el Getafe es el único de la jornada que reúne a dos implicados en la lucha por la permanencia. "Si me dicen ¡que se besen, que se besen!, voy el primero", decía irónico ayer Michel en el Diario As reconociendo que un empate podría salvar a ambos, aunque no de forma segura. La Real sí se salva con un punto, pero el Getafe necesitaría de otros resultados para que ese punto fuera de oro.

Lasarte, el técnico de la Real, se abstrae de la ironía y del infierno y tira por la calle del medio: "No quiero transistores, solo centrarme en la manera de ganar el partido".

Las cábalas son misión imposible, apenas dejan dos conclusiones rotundas: hay 243 combinaciones posibles, es decir, imposibles de contar, para saber que equipo acompañará a los descendidos Almería y Hércules. Y que todos los afectados dependen de sí mismos, que es decir algo y no decir nada al mismo tiempo.

Las suspicacias han surgido sobre todo en el Levante-Zaragoza. El equipo maño es el más urgido porque, dependiendo de sí mismo, parte del último lugar en la parrilla de salida. Y sobre el Levante recaen las eternas sospechas en estos casos de primas a terceros. La batalla psicológica es brutal. Aouate, el portero del Deportivo, da por segura la derrota del Levante. "Amañar partidos es un delito tipificado. Los jugadores deberían saber que corren el riesgo de ser denunciados y de estar varios años a la sombra", apuntó ayer Len- doiro. El cúmulo de nervios deportivistas se añade al efecto psicológico de la visita del Valencia, el del famoso penalti detenido por González a Djukic que le privó de la Liga al Deportivo. Pero hay más. El Deportivo lleva siete años y siete meses sin ganar al Valencia en Riazor. Tiempo de meigas.

El Mallorca es el otro sorprendido de la jornada. Su situación tiene muchos paralelismos con la Real Sociedad: vida burguesa durante mucho tiempo y de pronto el sobresalto del posible despido de la compañía. Como a la Real y como a Osasuna le vale el empate, lo que alivia su situación aunque su rival, el Atlético, es impredecible y se juega ahorrarse una eliminatoria previa de la Liga Europa.

Los tres son los ilustres de esa batalla estratégica que reducirá a eso de las 12 de la noche las 243 probabilidades a una sola y definitiva.

Los "chinos", que decía Manolo Preciado antes de la penúltima jornada, se han reducido a seis (antes eran nueve), un número elevado que concentra el interés en la permanencia a medida que los éxitos se reservan para unos pocos. Sobre todos ellos planea aquel rejón del que hablaba Orbegozo, porque el descenso más allá de un castigo deportivo suele ir acompañado de un castigo económico a veces definitivo. Más que un infierno, la Segunda División es para muchos clubes el camino más corto a la bancarrota.

La Real Sociedad, que resucita sus diablos, lo vivió durante tres años cuando tuvo que acogerse a la Ley concursal y la imposibilidad de hacer frente a las deudas acumuladas estuvo a punto de llevarle a la liquidación en una trayectoria tan errática como peligrosa. El ascenso, seguramente, le rescató del final de la crisis. Si nadie se explicaba cómo un equipo podía descender cuatro años después de haberle disputado al Madrid el título de Liga en 2003, nadie en Anoeta entiende cómo hace unos pocos meses el club blanquiazul echaba cuentas sobre su posible acceso a Europa y ahora se agarra a la última tabla de salvación, a sacarse el último rejón.

Miguel Torres y Griezmann, en el Getafe-Real Sociedad de la primera vuelta.
Miguel Torres y Griezmann, en el Getafe-Real Sociedad de la primera vuelta.FERNANDO ALVARADO (EFE)

Las opciones

- Levante-Zaragoza.

El Levante está salvado. El Zaragoza lo hará si gana o empata y Deportivo o Getafe pierden.

- Real Sociedad-Getafe.

A los donostiarras les vale con sumar un punto o que no ganen Zaragoza o Deportivo. El Getafe se salva ganando. Si empata necesita que Zaragoza o Deportivo no ganen, o que pierdan Osasuna o Mallorca.

- Deportivo-Valencia.

Al cuadro gallego le vale el empate si no gana el Zaragoza o si pierde el Getafe. El Valencia será tercero con cualquier resultado.

- Osasuna-Villarreal.

Con un punto o la derrota del Zaragoza, Getafe, Real o Deportivo los de Mendilibar seguirán en Primera.

- Mallorca-Atlético.

Los de Laudrup se salvan con el empate o si pierde cualquiera de los otros cinco implicados.

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