Elche y Benidorm se convierten en los símbolos de la batalla municipal

Las alcaldías de Elche y Benidorm, fundamentalmente, se han convertido en epicentros de la batalla municipal que libran populares y socialistas en la Comunidad Valenciana. Sobre todo, cuando los pronósticos otorgan en las elecciones autonómicas una ventaja al PP, pese a los escándalos de corrupción, que pone muy difícil a los socialistas la posibilidad de gobernar.

Así las cosas, el vicepresidente del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, arropó el jueves por la noche en Elche al alcalde, Alejandro Soler, y al candidato autonómico, Jorge Alarte. Y ayer el PP dio la réplica con el exministro Federico Trillo y el consejero de Economía y candidato a Cortes Valencianas, Gerardo Camps, que apoyaron a la aspirante a la alcaldía, Mercedes Alonso. En Benidorm, los partidos mayoritarios también echaron el resto. Francisco Camps y Esteban González Pons, vicesecretario de Comunicación del PP nacional, acudieron a respaldar a Manuel Pérez Fenoll antes de cerrar la campaña con un último mitin en el patio del Palau de la Música de Valencia antes de la medianoche. Los socialistas buscaron afianzar la capital turística de la Comunidad Valenciana con la presencia de la ministra de Sanidad, Leire Pajín, que mostró su apoyo al alcalde Agustín Navarro.

Mientras Pajín avalaba a Navarro, el candidato socialista a la Generalitat, Jorge Alarte, cerró la campaña electoral en el complejo de La Petxina de Valencia con una cena multitudinaria en compañía del candidato municipal, Joan Calabuig, y la ministra de Defensa, Carme Chacón.

En los últimos días, los partidos con posibilidad de obtener representación en las Cortes Valencianas y en los principales Ayuntamientos se han dedicado a reforzar sus flancos más débiles. Francisco Camps ha protagonizado en las últimas dos jornadas un maratón por la provincia de Alicante que ha puesto un énfasis especial en las ciudades donde las escisiones locales del PP dejan en el aire la posibilidad de gobernar. 48 horas en las que el PP ha delegado en el consejero de Ciudadanía, Rafael Blasco, la defensa del caso de los trajes y del caso Gürtel en las entrevistas de cierre de campaña con distintos medios. Camps otorgó también entrevistas a un par de emisoras, que no le interpelaron sobre su situación judicial.

Con unas bases muy movilizadas que lo arroparon en todo momento, el jefe del Consell tuvo tiempo ayer para hacer campaña en Requena, Utiel y Alzira, donde comió con un millar de militantes, antes de desplazarse a la provincia de Alicante. En sus mítines, Camps insistió en la necesidad de dar un nuevo rumbo a España y convertir las municipales y autonómicas en una antesala de Mariano Rajoy en las próximas elecciones generales.

"Este es el voto del futuro de España porque queremos cambiar las cosas, queremos cambiar el Gobierno de España y queremos que Mariano Rajoy sea el presidente de todos los españoles", insistió Camps.

En Alzira, el candidato del PP criticó la campaña electoral de los socialistas, sin citarlos, por hacer campaña con "ataques, insultos e insidias".

Por la tarde Camps se desplazó a Alicante, donde repitió los mismos mensajes, acompañado por Esteban González Pons, la alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, y el presidente de la Diputación, José Joaquín Ripoll, y cerca de 700 militantes. González Pons reclamó los votos de los participantes del Movimiento 15-M y vaticinó una "victoria histórica" de Camps este domingo. En ese contexto, le pidió al candidato popular a la reelección que tenga "humildad" en la celebración porque será "la victoria de la Comunidad Valenciana y de España".En Benidorm, Francisco Camps apeló anoche al voto útil al PP y a su candidato a alcalde, Manuel Pérez Fenoll, frente a la amenaza de la exdiputada popular Gema Amor. Insistió, asimismo, en la clave nacional de las elecciones autonómicas para obligar a José Luis Rodríguez Zapatero a dimitir. Los populares ven más cerca que nunca poder desalojar a los socialistas de su feudo ilicitano y los socialistas creen que es posible mantenerse en el poder en Benidorm, máxime después de las escisiones en el PP.

La importancia de estas dos plazas se refleja en el aluvión de altos cargos públicos y dirigentes orgánicos de ambos partidos que han desfilado por Elche y Benidorm en precampaña y en campaña. En Elche, el baile de los populares lo abrió en precampaña la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, que junto al presidente regional, Francisco Camps, protagonizó un cónclave con autónomos y pequeños empresarios, para arropar a la candidata, Mercedes Alonso.

En campaña también desfilaron, entre otros, el eurodiputado Jaime Mayor Oreja, el presidente nacional, Mariano Rajoy, el exministro Federico Trillo, el portavoz de Economía, Cristóbal Montoro, el secretario nacional de Comunicación, Esteban González Pons, el diputado Martínez Pujalte y Carlos Iturgáiz. A estos se ha sumado, en reiteradas ocasiones, un desfile de altos cargos de la dirección regional del PP encabezada por Camps y sus consejeros. El mensaje del PP en Elche ha sido el cambio y la crisis.

Los socialistas tampoco han escatimado esfuerzos a la hora de arropar a su alcalde y candidato, Alejandro Soler. El despliegue de altos cargos del Gobierno comenzó en precampaña con un acto de alcaldes presidido por la ministra Carme Chacón, y el jueves pasado fue el vicepresidente primero del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba. En medio fueron frecuentes las visitas de la ministra de Sanidad, Leire Pajín, amiga personal de Soler, así como el ministro de Fomento, José Blanco, el presidente del Congreso, José Bono y el secretario general del PSPV, Jorge Alarte, con quien Soler mantiene una gran amistad.

En Elche el PP pisó los talones al PSOE hace cuatro años. Los primeros consiguieron 43.601 votos y los segundos 43.388 papeletas. Gracias a que una coalición de partidos de izquierda consiguió un edil se pudo formar un Gobierno progresista. Ahora los socialistas inciden en su buena gestión y en vender las bondades de Soler.

El esfuerzo del PP por recuperar la alcaldía de Benidorm, que le arrebataron los socialistas en septiembre de 2009, también ha sido de envergadura. La campaña del PP aceleró su ritmo tras la ruptura del PP, cuando la exconcejal y diputada Gema Amor, anunció que encabezaba la lista del Centro Democrático Liberal (CDL).

La ejecutiva regional del PP se ha volcado con su candidato, el exalcalde Manuel Pérez Fenoll, además de las numerosas visitas de Francisco Camps, y varios de sus consejeros, el aspirante a la alcaldía también ha contado con el apoyo de Mayor Oreja, Antonio Basagoiti y González Pons.