Domingo Tabuyo, el candidato poeta

Hace un descanso para hablar. Recorre Castrelo, una de las parroquias más emblemáticas de Cambados, repartiendo propaganda electoral, lo que en las tácticas de campaña se conoce como "puerta a puerta". Con lápiz de poeta y escritor, Domingo Tabuyo Romero (Pontevedra, 1959), toma nota de cada instante de su vida, de la que también forma parte la política, hace ya una década. Es su quinto intento por conseguir la alcaldía de la villa del albariño y estos días atisba un cambio positivo en el electorado porque se ha vuelto más receptivo: "El PP creyó que iba a ganar sin bajarse del autobús", dice con ironía.

Desde 2004 ocupa un escaño como diputado nacional y preside varias comisiones parlamentarias. Sin embargo, no ha tenido que renunciar a su vena literaria y artística, que llena su currículo desde que se licenció en Geografía e Historia por la Universidad de Santiago, se estrenó como poeta en 1993 y fue profesor y director del Instituto Francisco Asorey. "La política crea espacios y constantemente me ofrece oportunidades creativas, experiencias nuevas que se basan en la comunicación y en el conocimiento. Yo exprimo esta dimensión, lo mejor de cada momento, siempre para resolver problemas y no como elemento de confrontación", afirma.

Escribe novelas policiacas sobre un comisario que trabaja en Cambados

"En mis obras hay algo autobiográfico pero la realidad las supera"

El candidato se emociona cuando habla de sus logros y extrae el lado bueno de la política. "Lo que más me ha llenado de orgullo, el mayor logro para mí, ha sido que la Real Academia Galega se contemple dentro de los Presupuestos Generales del Estado, con una partida de un millón de euros, a la altura de la catalana o la vasca", declara.

También Cambados encaja a la medida dentro de sus aspiraciones culturales y políticas. Tabuyo pretende desarrollar un gran proyecto que encumbre su singular árbol genealógico, el más literario y artístico. Se le ha ocurrido crear el Paseo de las Palabras, desde la plaza de Fefiñáns hasta la avenida de Madrid, porque está convencido de que será un filón turístico. "Es la cuna de muchos de los grandes escritores y aquí ha surgido una generación de magníficos escultores, el pasado y el presente en medio de un patrimonio reconocido internacionalmente que hay que poner en valor como referente universal y único", subraya.

El PP lleva gobernando en Cambados 24 años con mayoría absoluta, pero "a medida que se va disputando el partido, las expectativas son mejores para los socialistas", defiende. Después de una mayoría de izquierdas, se produjo la alternancia de la derecha y, en pleno cambio, el partido del puño y la rosa solo obtuvo 457 votos en las elecciones de 1991. Con Tabuyo pasó de uno a cinco concejales y la izquierda perdió la alcaldía por un puñado de sufragios. "Es el pueblo el que da o quita gobiernos y confío en lo que percibo, en el cambio que se va a producir porque el ciudadano ya pide otro tipo de liderazgos, está cansado de la propaganda del PP y le interesa más el debate real, saber si nos ha freído o no a impuestos", explica.

La izquierda en Cambados forma parte de su historia. La agrupación socialista cumplió 80 años el 14 de mayo y, según los cronistas de la época, fue la tercera que se creó, después de la de Pontevedra y Vigo. "Ese día se recuerda como muy especial porque se afiliaron más de un centenar de trabajadores y descubrieron una placa de Pablo Iglesias entre aplausos y vítores", anota el candidato.

La campaña para Tabuyo gana en las distancias cortas porque le interesa escuchar en primera persona lo que piensa cada vecino. A todos les ha enviado una carta. "No puedo entender cómo Rajoy y Feijóo acaparan el protagonismo pidiendo por correo el voto para otros, es absolutamente ridículo y un engaño masivo para los electores", critica el candidato.

Sumergido ahora en el género policíaco, el escritor acaba de presentar Svea Kött (Carne sueca) y a su personaje de ficción, el comisario Sindo Romero, el encargado de resolver la trama criminal que discurre como la vida misma en pleno callejero de Cambados y que promete ser el Hércules Poirot gallego por su pericia. Tabuyo admite que él y el intrépido comisario tienen muchas cosas en común, sobre todo el sentido de la justicia para resolver los conflictos sociales: "En cada obra siempre hay algún elemento autobiográfico, aunque la realidad supera a la ficción".