"La espontaneidad me juega malas pasadas"
Pachi Vázquez recorre Galicia convencido de que las campañas no ganan elecciones, pero pueden perderlas - "Me asombra la frialdad con la que miente Feijóo", afirma
Son las nueve de la mañana y el Peugeot 607 que multiplica a Pachi Vázquez por las cuatro provincias devora la autopista camino de Ferrol. "No tengas tanta prisa, Agustín, que vamos bien de tiempo", tranquiliza al chófer. "Soy excesivamente puntual, pero es peor llegar antes de tiempo que después", se explica el secretario general del PSdeG, embarcado en su primera campaña auténtica -las europeas fueron "un ensayo"- desde que sucedió a Touriño en 2009. "Si llegas antes de tiempo, le destrozas el acto a todo el mundo".
Vázquez lleva casi dos horas en pie. Ha desayunado en su casa un café solo y se ha tomado el segundo en la gasolinera que le sirve de punto de encuentro con su jefe de comunicación, que le entrega una carpeta con todo lo que debe saber para enfrentarse a los informadores en una rueda de prensa con al alcalde y candidato ferrolano, Vicente Irisarri. "Desde noviembre, mi oficina es este coche", relata. Va armado con un ipad, una blackberry y un fajo de periódicos que ya no volverá a tocar en todo el día.
"La espontaneidad me juega malas pasadas"
"El famoso 'ahí, ahí' estaba más medido, lo quería arrimar, pero no meterlo"
"Desde noviembre, mi oficina está en este coche", relata el líder del PSdeG
El de hoy, 16 de mayo, día ocho de la campaña electoral, es uno de los más blandos desde la pegada de carteles. Llegará a Ferrol hacia las 10,45, se tomará el tercer café del día con Irisarri -"para coordinar un poco la rueda de prensa"-, hablará con los periodistas y se paseará por la plaza de España. Después, Santiago y mitin en O Carballiño, a 11 kilómetros de su casa. Camino del encuentro con Irisarri, Vázquez repasa unos folios que contienen en letra de color rojo las ideas que tratará de trasladar en su primer acto público del día. Son mensajes consensuados a última hora del domingo y primera de esta misma mañana con el equipo que coordina la campaña desde la sede central del PSdeG en Santiago.
"Uno intenta centrar el mensaje, pero luego siempre lo escarallas con el canutazo
[ruedas de prensa improvisadas, en jerga periodística]", lamenta con resignación. "El periodista te pregunta lo que le interesa y cada medio escoge su respuesta". A diferencia del presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, que ha restringido las preguntas de los informadores, Vázquez alardea de su total disponibilidad para contestarlo todo. ¿Por dónde cree que irán los tiros en Ferrol? Vázquez acepta el envite. "Hoy toca encuestas", responde con celeridad. Falla. Tras defender la candidatura de Irisarri, la prensa no hace preguntas. "Se nota que es lunes", justifica.
Camino de Santiago, el líder del PSdeG reflexiona sobre el valor de una campaña, repleta de mítines en los que se le pide el voto a los que sin duda ya han decidido votarle. "En primer lugar, me sirve a mí, personalmente, para estar pegado al terreno, recorrer el país metro a metro y conocer los problemas de los ayuntamientos. Es verdad que no sé si es útil para decidir el voto, pero lo que sí sé es que como lo hagas mal, resta y te puede hacer perder unas elecciones".
El terreno más resbaladizo para un político es el de la pregunta-respuesta, y ahí entra en juego la espontaneidad. "Sin ella, estás fastidiado, pero si te dejas llevar por ella, fastidiado estás. Y es cierto que a veces me juega malas pasadas". Fue en contestaciones improvisadas donde Vázquez dejó algunas de sus frases más sonadas desde que lidera el PSdeG. Como cuando habló de la necesidad de "podar" el Estado del bienestar. ¿También fue un exceso de espontaneidad el célebre ahí, ahí, con el que se refirió a una hipotética relación de Feijóo con el narcotráfico? "Eso estaba más medido. Ya le había hecho un amago en el Parlamento: quería arrimarlo ahí, pero no meterlo, y la expresión que elegí refleja una situación".
En la sede de la rúa compostelana de O Pino le espera el comité de campaña, con el secretario de Organización, Pablo García, y los coordinadores provinciales. Se trata de examinar la evolución del día y "homogeneizar discursos". "Hasta ahora todo ha ido bastante bien, sin más notas discordantes que aquello entre Pose y Caballero". Aquello es la propuesta del candidato de Vigo de la número dos de su lista, Carmela Silva, como eventual presidenta de la Diputación, y la inmediata desautorización del secretario provincial, Modesto Pose. "Es un balance razonable".
Tras comer en el reservado de un hotel con el delegado del Gobierno, Miguel Cortizo, el coche de Vázquez toma de nuevo la autopista. De camino, enciende el ipad por tercera vez en el día para consultar su muro de Facebook. La conversación le lleva a Feijóo. "Utiliza el negativismo de la política y los políticos. ¡El tío que le paga a los pistoleros de la política, como Baltar, Rueda y Louzán! Y en la cara B del disco pide disculpas en nombre de la política. Me asombra la frialdad con la que miente".
Como cierra la jornada en O Carballiño, se apresta a darse un pequeño lujo: pasará por su casa a descansar un rato y cambiarse de ropa antes del paseo triunfal, junto al ministro Francisco Caamaño, por las calles de la villa de la que fue alcalde durante 10 años. Después del mitin pica algo con unos amigos. La jornada termina hacia las once y media en su casa. Es la hora de relajarse. Mañana le esperan otros 800 kilómetros de oficina.
nacho gómez
"Desde noviembre, mi oficina está en este coche". El secretario general del PSdeG se reparte por las cuatro provincias para apoyar a los candidatos socialistas en las elecciones municipales. Por el camino, reflexiona sobre su propia personalidad. "A veces la espontaneidad me juega malas pasadas", reconoce. En su primera campaña seria desde que fue elegido en 2009, opina que semejante agenda puede que no gane elecciones, pero admite que cualquier fallo "puede significar perderlas".
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