Camps evita hablar de despidos de funcionarios

Francisco Camps, candidato del PP a la Generalitat y presidente en funciones, evitó ayer hablar de cualquier posible recorte de plantilla en las empresas, entidades, fundaciones y consorcios públicos que dependen de la Administración autonómica. El candidato del PP aprovechó los previos de un almuerzo con la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE) para anunciar que "todos los altos cargos" de un futuro Gobierno bajo su presidencia estarán obligados a cumplir "un contrato-programa". Todos ellos responderán trimestralmente ante sus superiores inmediatos sobre el cumplimiento de "los objetivos" previstos en sus respectivos programas de gestión. Según Camps, la fórmula del contrato redundará en "una gestión presupuestaria eficiente y ajustada a los objetivos marcados".

Interpelado sobre posibles recortes de empleo para reducir los gastos en empresas públicas tal como solicitó AVE en un decálogo dirigido a todos los partidos políticos, el presidente esquivó el asunto y recurrió a la vaguedad de su nueva fórmula: "Contrato-programa".

Sobre los posibles ajustes presupuestarios, Camps esgrimió un informe del BBVA que indica que la Comunidad Valenciana ha sido la segunda que más ha recortado el gasto corriente, solo por detrás del País Vasco.

Y rompió una lanza por los empleados públicos. "Nueve de cada diez funcionarios está educando a nuestros hijos o cuidando de nuestra salud. Los funcionarios son gente muy competente. Tienen que pasar dos pruebas, una licenciatura o diplomatura o el nivel de estudios requerido para su cargo y un examen para entrar en la Administración. Quiere expresar un apoyo claro y explícito a todos los funcionarios".

Camps apuntó que el 18% de los trabajadores valencianos son funcionarios, mientras que "en alguna comunidad socialista llegan al 34%". Y deslizó que, en un futuro Consell del PP, "habrá menos consejeros, menos altos cargos, a pesar de que son los que menos cuestan al erario público en toda España".

El candidato también se apuntó un ahorro de 200 millones de euros "de gasto farmacéutico este año". Gran parte del ahorro en farmacia deriva de iniciativas adoptadas por el Gobierno central hace un año a través de dos reales decretos. Uno rebajó el precio de los medicamentos y productos sanitarios. Otro endureció el cálculo de los precios de referencia (el máximo subvencionado), que pasó a ser el del fármaco más barato dentro de los que tienen genérico, en vez de la media de los tres más baratos como era antes de marzo de 2010. El PP criticó abiertamente en su día la rebaja de los precios, pero Camps anotó en su haber los resultados de la medida un año después.