Zapatero y Griñán tocan a rebato para movilizar el voto socialista
"¿Vais a dejar que gane el PP en la tierra de Felipe González?", arenga el presidente
En las elecciones municipales de Sevilla no solo está en juego quién regirá su destino en los próximos cuatro años, también se ha convertido en el símbolo de la caída o el mantenimiento del poder socialista en los futuros comicios autonómicos y generales. Las encuestas (malas para el PSOE) han decretado que Sevilla es la prueba que medirá la fortaleza del sistema inmunólogico socialista para aguantar el avance imparable del PP. Y José Luis Rodríguez Zapatero y José Antonio Griñán trataron ayer de tocar todas las fibras sensibles de su electorado para que de ninguna manera se queden en casa el domingo y acudan a votar. "¿Vais a dejar que gane la derecha en la tierra de Felipe González?", dijo un combativo Zapatero, como colofón de un mitin celebrado en el barrio sevillano de Pino Montano.
El presidente del Gobierno apeló enérgicamente al voto progresista para frenar a una "derecha que no tiene límites", que es capaz de cualquier cosa cuando está en la oposición: "Imaginaros dónde estarán los límites si llegan al poder. El PP no ha hecho más que poner zancadillas a España y ahora quiere la recompensa de gobernar todos los Ayuntamientos". En su única visita a Andalucía en la campaña, Zapatero se refirió a la solera socialista de Sevilla, una ciudad y una provincia que han dado "muchas victorias al PSOE", e incluso felicitó a los simpatizantes por los resultados del Sevilla y del Betis, y recordó cómo se "reía la derecha" cuando Felipe González decidió que la primera línea del AVE arribaría en Sevilla.
Griñán fue aún más explicito a la hora de encender la alarma si los que han optado históricamente por el PSOE se abstienen esta vez. "Os pido vuestro compromiso, que nadie, nadie, nadie se quede sin votar", dijo el líder andaluz, quien hizo todo tipo de juego de palabras para animar al aforo (unas 2.500 personas) congregado en el parque de Miraflores, en una de las zonas con más raíces socialistas. "No es que el PP vaya a arrasar en Andalucía en las urnas, como titulan algunos periódicos de la derecha, lo que va a hacer (y ya hizo el PP cuando gobernó) es arrasar Andalucía".
Los sondeos y las llamadas a rebato para movilizar a los electores del PSOE fueron el eje central del acto. El candidato, Juan Espadas, reconoció que, según los estudios que maneja su partido, le faltan un millar de votos para que su principal rival, el popular Juan Ignacio Zoido, no alcance la mayoría absoluta. Hasta ahora el equipo de Espadas y el PSOE andaluz han puesto en entredicho la fiabilidad de las encuestas publicadas y han asegurado que están empatados en intención de voto. Luego, al darse cuenta, Espadas trató de enderezar la confidencia y dijo que haciendo un recuento de los barrios de tradición socialista, en realidad, le sobran 20.000 votos.
En una conversación fuera de micrófono de Zapatero con un grupo de periodistas, el presidente del Gobierno advirtió que la lectura de estas elecciones debe ser en clave municipal, y que el resultado nada tendrá que ver con las autonómicas.
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