El Molinón, una fiesta

En Gijón pasó lo que tenía que pasar. Todo lo que rodeaba al Sporting-Racing desembocaba en una victoria asturiana y, tras alguna peripecia más o menos creíble, el equipo de Manuel Preciado sumó los puntos que le aseguran su cuarta temporada consecutiva en la Primera División.

En el último partido de la pasada campaña, el Sporting llegó a El Sardinero salvado y frente a un Racing al borde del descenso y con un técnico cántabro, y exracinguista, en el banquillo, Miguel Ángel Portugal. El Racing ganó aquel partido y la casualidad quiso que ayer se presentase en El Molinón con los deberes hechos y un entrenador asturiano, y antiguo sportinguista, al frente, Marcelino.

Quizá el Sporting no necesitase los tres puntos, pero, por si acaso, hasta el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, había pedido a los racinguistas que animasen al Sporting.

Todo un logro para Preciado, cuestionado hasta hace pocos meses en el club

Luego, sobre el campo, hubo un poco de todo. Se vio un Racing destensado, pero con dos jugadores que parecían estar en otra historia. Mario, el guardameta de la cantera que sustituía al sancionado Toño, hizo paradas de todos los colores. Y Christian, el lateral izquierdo, fue el mejor delantero de su equipo hasta que, con la colaboración de la defensa sportinguista, aprovechó un saque de falta para adelantar al Racing y dejar a todo El Molinón de piedra.

Antes del gol racinguista y después de él, falló el Sporting oportunidades de toda índole, incluidos dos tiros al poste. Pero De las Cuevas, uno de los más entonados toda la temporada (suyo fue el gol del triunfo sobre el Madrid en el estadio Santiago Bernabéu allá por el mes de abril, por ejemplo), empató antes del descanso y puso las bases para que se impusiera finalmente la lógica.

Y se impuso nada más empezar la segunda parte, cuando Nacho Novo fusiló a placer desde cerca. Imposible de parar incluso para Mario.

Con el partido resuelto, el Racing ya no volvió a dar la lata. Fue el mejor momento para empezar a rendir homenaje a jugadores como Sastre y Diego Castro, que ayer se despidieron de El Molinón con la satisfacción del deber cumplido.

El Sporting se mantiene en la Primera División por cuarta temporada consecutiva. Todo un logro para Manuel Preciado. Hasta hace pocos meses en el club se habían planteado prescindir de él.