Dior conocía la adicción de Galliano

Es posible que el escándalo protagonizado en los últimos meses por John Galliano, que a finales de junio será juzgado por haber presuntamente proferido en dos ocasiones insultos antisemitas en un bar parisiense, no pillara a la casa Dior (con la que el diseñador trabajó durante 15 años) totalmente desprevenida. Al menos no debió de sorprender que en cada uno de los incidentes estuviera en estado de ebriedad. Según una nota interna de la firma, que fue difundida ayer por Le Parisien, en Dior existía preocupación por su alcoholismo e incluso se planteaba su continuidad al no estar en condiciones de cumplir con sus obligaciones profesionales.

En un documento del 28 de diciembre pasado, la empresa señala que "desde hace varios años" es "informada de forma regular de incidentes graves relacionados con el alcoholismo de Galliano". Quizás por ello, la casa no tardó mucho en suspender a su empleado al darse a conocer el altercado de finales de febrero, primero de forma cautelar y rápidamente de forma definitiva.

La preocupación de la casa no se limitaba a la de la imagen de la firma, sino al propio día a día del trabajo en la empresa. En la misma nota, la casa indica que el diseñador ya no cumplía con sus obligaciones. Galliano incluso se negaba a responder a las solicitudes del mismísimo Bernard Arnault, presidente del imperio del lujo LVMH, al que pertenece Dior, que quería reunirse con el creador. Igualmente decidió, "sin avanzar ninguna justificación, no asistir a los ensayos de alta costura que preparaban el desfile del 24 de enero".

"Esta situación ya no es tolerable", añade la nota. En otra misiva anterior, fechada el 16 de diciembre, un alto responsable detalla: "Se está convirtiendo en algo insoportable e imposible de gestionar para los equipos que trabajan con él (...) lo que está en juego financieramente y humanamente es demasiado importante".