El otro Özil
Sahin, el nuevo fichaje alemán del Madrid, hijo de inmigrantes turcos, es un medio creativo y trabajador que tiene el récord de precocidad en la Bundesliga, donde debutó con 16 años
A los 22 años, Nuri Sahin es un veterano del fútbol. Con 16, fue el debutante más joven en la Bundesliga y, ahora, la estrella del Borussia de Dortmund, el nuevo campeón, suma 135 partidos en la máxima categoría alemana y 29 en la Liga holandesa. ¿El secreto? Haberse quedado "con lo mejor de las dos culturas". Nacido en Alemania, pero hijo de inmigrantes turcos, asegura que, gracias a su educación germana, cuando suena el despertador a las ocho de la mañana, la disciplina llama a su puerta: "Jamás llego tarde a un entrenamiento".
Su lado oriental se refleja cuando entra en contacto con la pelota. Capaz de sacrificarse para recuperarlo, cuando el balón llega a sus pies demuestra una fantasía que no abunda entre los jugadores alemanes. Por sus condiciones técnicas, el manejo de la pierna izquierda y la visión de juego, le comparan con Özil. Con el excentrocampista del Werder Bremen comparte origen, edad, religión, representante y, desde ahora, equipo. El Madrid anunció ayer su fichaje para las seis próximas temporadas.
"¿Por qué debo esconderme si pienso que tengo mucha calidad?", plantea
Decidió jugar con Turquía y deslumbró en el Mundial sub 17 de 2005
Sin embargo, Sahin hace gala de un carácter más fuerte dentro y fuera del campo. Cuando le golpean más de la cuenta, se encara con sus rivales y nunca se muerde la lengua. Después de la última Copa del Mundo, afirmó, sin despeinarse, que no tenía nada que envidiar a Schweinsteiger, figura de la selección alemana. "No quiero parecer presuntuoso, pero ¿por qué tengo que esconderme si pienso que soy un jugador con mucha calidad?", se justifica.
Por ser un híbrido perfecto turco-alemán, fue tentado por ambos países para formar parte de sus equipos nacionales. Al final, optó por dejar plantada a la Mannschaft, ignorando las presiones de los medios y de la federación germana. "He nacido, crecido e ido al colegio en Alemania, que es donde quiero vivir cuando acabe mi carrera. Además, me siento muy orgulloso de mi parte alemana. Pero soy turco, al igual que mis padres y toda mi familia", aclara.
Verse inmerso entre dos mundos le ha aportado muchas cosas positivas, pero no todo ha sido un camino de rosas: "Cuando jugaba con la selección juvenil de Turquía, mis compañeros no me miraban con buenos ojos. Yo era el tipo que venía de Alemania, de jugar en el Dortmund, y ellos no querían perder su puesto".
Para el resto del mundo se dio a conocer en el Mundial sub 17 de 2005, cuando fue elegido el tercer mejor jugador del torneo, tras el brasileño Anderson y el mexicano Vela. Arsène Wenger dijo entonces que era el mediocentro con más futuro de Europa. Unos meses más tarde, un capricho del destino quiso que su debut con la selección absoluta fuese en un amistoso contra Alemania. Entró en la cancha en el minuto 85 y cuatro más tarde marcó para convertirse en el debutante más joven en hacerlo con Turquía. Dos meses antes, había batido otro récord de precocidad: el más joven anotador de la Bundesliga.
Sus primeros pasos en el fútbol los dio en el modesto Meinerzhagen, pero se enroló en el Dortmund siendo todavía un niño. Jugó cedido en el Feyenoord, holandés, y regresó en 2008. Esta temporada ha sido clave en el título liguero de su equipo. Ha sido el encargado de la construcción en la media y le gusta sacar todas las faltas y los saques de esquina. En su nuevo club le espera, en teoría, un papel más secundario, como acompañante de Xabi Alonso. Para tirar los libres directos tendrá que pedir permiso a Cristiano Ronaldo, pero seguro que para eso tampoco le temblará el pulso.
Ayer le tocó despedirse. "Ha sido una decisión difícil porque soy borusse y me encanta este club", dijo; "pero el Madrid es el club más grande del mundo y es imposible decirle que no".
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