GUÍA PARA EL VOTANTE APRESURADO
- Presión sobre Basagoiti. Debían de pitarle los oídos al presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, cuando ayer subió al escenario del Kursaal de San Sebastián. Menos de 48 horas después de la sentencia del Constitucional favorable a Bildu, muchas miradas se dirigían a él, impulsor del pacto con el PSE que desde 2009 permite gobernar a Patxi López. Algunas voces dentro del PP empezaban a pedir la ruptura de ese pacto por la actitud ambigua -o directamente favorable a que Bildu concurriera a las elecciones- de dirigentes del PSE, López incluido. Pero Basagoiti apostó por el pacto una vez más: "Sé que hay gente indignada y que estas cosas son para hartar a cualquiera. Soy muy consciente de que los padrinos de Bildu quieren que hoy el PP les dé otra alegría, pero no les voy a dar carnaza", zanjó. El acuerdo PP-PSE en Euskadi sigue, de momento, a salvo.
- Más local, imposible. Para quienes tratan de convertir estas municipales en unas generales, pocas reacciones más tajantes que la del cartel electoral del candidato socialista a la alcaldía de Madrid, Jaime Lissavetzky. Su lema: "El gobierno de tu calle". Difícil ponerse más local.
- Una píldora de propaganda al día. Los dos grandes partidos han ideado un sistema de propaganda que permite a sus candidatos de toda España saber lo que tienen que decir en cada mitin, sin salirse del guion. Todos los días, PP y PSOE distribuyen un "argumentario" entre sus cargos. Cada día, uno distinto. Les sirve para resumir algún aspecto del programa, pero suele convertirse en una ristra de consignas que incluye inevitablemente ataques al adversario. Propaganda. El argumentario socialista de ayer rezaba: "Si gana el PSOE, gana el buen gobierno. Si gana el PP, gana el uso partidista de las instituciones". Dolores de Cospedal (PP) también optó por el argumento grueso: "Los socialistas mienten y engañan y crean expectativas que nunca se cumplen. No hay que dejarse engañar por el PSOE".
