El Getafe condena al Almería

Se despeja el horizonte en Getafe. Los azulones superaron la zozobra de verse enfangados en los puestos de descenso ante un lánguido Almería que se despidió de Primera con poco brío y menos juego.

Salió con hambre el Getafe. Hiperactivo. Más exigido que nunca, el grupo de Míchel canalizó su ansiedad corriendo, presionando y mordiendo a un rival resignado a su suerte en forma de descenso matemático. Mandíbulas apretadas para enderezar un rumbo que se torció hace mucho tiempo. De la dispersión al sesteo pasando por la inoperancia, los azulones pasaron de flirtear con las plazas europeas en la primera vuelta a descubrir el abismo de la Segunda hace una semana.

En la frontera del miedo, las pizarras dimiten apelando al pundonor. Así llegó el primer tanto a los cinco minutos, cuando Pedro Ríos birló un balón junto al círculo central y emprendió una carrera febril rumbo a la portería de Esteban para regalarle el gol a Colunga que solo tuvo que empujarla. Pero el paso de los minutos desnudó las carencias que angustian a los locales y las limitaciones que condenan a los visitantes. Sin autoridad para gobernar el juego, el Getafe volvió a entregarse al arrebato y la efervescencia en el arranque del segundo acto. De nuevo Pedro Ríos simbolizó la ardorosa reivindicación azulona. El extremo jerezano, en una tarde encomiable, apareció en el segundo palo para remachar un centro del meritorio Sardinero y cerrar la intriga.

Aplazada la congoja, el Getafe buscó acumular confianza para el tramo final de temporada pero el repertorio no le dio para mucho más. Enfrente, un enclenque Almería se despedía de la categoría anémico de juego y remate. Sin espíritu para explorar soluciones heroicas, apenas Ulloa inquietó a Ustari con un remate al palo como único testamento del conjunto de Olabe.

A falta de tres jornadas, el horizonte de los azulones se despeja notablemente. Le cuadran las cuentas a los de Míchel que gestionaron las tarjetas amarillas de cara a su visita al Bernabéu. Su final será ante Osasuna en la penúltima jornada. Si se cumple su hoja de ruta, Getafe será un emirato de Primera.