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Tentaciones
Entrevista:MÚSICA

Mogwai y la teoría del inmovilismo

La primera vez que Mogwai actuaron en el Primavera Sound, en 2003, fueron echados a patadas del backstage. Otro grupo tenía que tocar en uno de los escenarios del Poble Espanyol barcelonés y apremiaba despejarlo. "Aún hoy nos pasa", recuerda entre risas su bajista, Dominic Aitchison, que confiesa que anoche salió de más en su visita a Madrid y que no sabe si responderá con lucidez a la hora del desayuno. "Siempre nos confunden con los roadies o con los ingenieros de sonido. No importa que acabemos de tocar el concierto de nuestra vida, jamás tendremos la pinta de un grupo de rock. Nosotros somos muy de ver a otros tocar desde un lateral del escenario, pero, por desgracia, cada vez hay más grupos que niegan ese acceso. Hace un par de años intentamos ver a Arcade Fire desde ahí y su manager nos echó a todos".

"Nos resistimos al cambio. Somos felices refinando nuestra fórmula"

Esperemos que este año no les pase. Acudirán al Primavera Sound con su séptimo álbum, Hardcore will never die, but you will, que les ha ayudado a recuperar el beneplácito de la crítica y parte de un público que parecía haberles abandonado. No es que lo hubieran perdido del todo; esta desatención se debe, más bien, a la cantidad de aristas que se dibujan en el universo de la música alternativa. Un universo en el que el post-rock, ese género del que se convirtieron en cabecillas donde priman las montañas rusas sónicas, los desarrollos largos y los contrastes entre silencios y crescendos, ha perdido peso en los últimos años. Ellos lo tienen claro: morirán escuchando la etiqueta post-rock. "Antes nos enfadábamos al oírla, pero hemos aprendido a no luchar contra eso. Cuando empezamos se utilizaba ese mismo término para definir a Tortoise. Y lo único que tenemos en común es que ambos hacemos música instrumental. Ellos son casi un grupo de jazz y muy técnicos, y lo nuestro no puede ser más simple y rockero", concluye.

El disco que presentan, de hecho, podría entenderse como un monumento al inmovilismo. "Supongo que algo de eso hay, oponemos cierta resistencia al cambio. Somos felices refinando nuestra fórmula", admite. Incluso han recurrido a Paul Savage, exmiembro de The Delgados y productor de su primer disco Mogwai young team (1997). "Fue una decisión de lo más natural. Paul lleva tanto tiempo ahí que hasta se nos había olvidado lo bueno que es. Además, tenemos tanta confianza que nos puede decir lo más ofensivo sobre nuestro trabajo sin que nos sintamos dolidos".

Para comprender el peso de Mogwai hemos de retrotraernos a mediados de los noventa. Cuando el mundo aún andaba pendiente de si el britpop recuperaría el pulso, Glasgow tomaba por asalto la escena. A Teenage Fanclub les sucedían Belle and Sebastian, Arab Strap o Mogwai. Sus diferentes propuestas contribuyeron a repoblar los gustos minoritarios. "Ojalá encontrara una explicación a por qué sale tanta música y tan diversa de nuestra ciudad. Estamos a menos de una hora en coche de Edimburgo y allí nunca ha existido tal ambiente musical. Supongo que la clave es que no hay rivalidad, todos somos amigos... más que nada porque apenas hay dos salas donde tocar y un par de pubs donde coincidimos siempre", dice medio en broma. Con su disco de confirmación, Come on die young (1999), echaban su puñado de tierra al britpop vendiendo camisetas que rezaban Blur are shite (Blur son una mierda). "Aún hay quien las busca, pero jamás volveríamos a vender algo así. Fue una coña que se nos fue de las manos, mucha gente se ofendió. No sé si es cierto, pero me han dicho que a Graham Coxon le hizo gracia y que no paró hasta conseguir una".

En el año 2000, Mogwai, cuyos miembros tenían una media de veintipocos años, se convirtieron en los primeros comisarios de All Tomorrow's Parties, uno de los festivales más eminentes actualmente. Con Rock action (2001) desafiaron la etiqueta casando la épica melódica a lo Sigur Rós con temas cantados. Es el único grupo que ha sonorizado un partido de fútbol (en Zidane: A 21st century portrait), y uno de los pocos de los que Kevin Shields, cabeza de My Bloody Valentine, se ha confesado rendido admirador. "Yo le debo dedicarme a esto. Estuve en un concierto suyo a los 14 años y me temblaba la ropa y retumbaba el pecho. No podía creer lo alto que sonaba. Quizá por eso nosotros explotamos tanto el volumen en directo, porque si nos quitas eso lo único que queda son cinco tipos con una pinta bastante lamentable".

Más allá de cuestiones estéticas, ¿cambiará alguna vez Mogwai? "Probablemente no. Seguiremos poniendo los títulos más estúpidos posibles a nuestras canciones y emborrachándonos como adolescentes la noche anterior aunque tengamos que trabajar", remata Aitchison.

Mogwai presentarán Hardcore will never die but you will (Pias Spain) en Primavera Sound el 28 de mayo.

<b>Mogwai, la cara más simpática del rock instrumental, al completo. De izquierda a derecha, John Cummings, Stuart Braithwaite, Dominic Aitchison, Barry Burns y Martin Bulloch.</b>
Mogwai, la cara más simpática del rock instrumental, al completo. De izquierda a derecha, John Cummings, Stuart Braithwaite, Dominic Aitchison, Barry Burns y Martin Bulloch.STEVE GULLICK

Una nueva primavera

Un repaso a una veintena de artistas entre el impresionante cartel del Primavera Sound de este año.

Cosas únicasl. Pulp no son los únicos artistas que van al Primavera Sound en exclusiva, pero este concierto interesa a los medios internacionales. Su actuación en el Parque del Forum, el viernes 27 de mayo, será la primera de la gira de reunión de los de Sheffield después de diez años. Habrá que esperar a ese día para saber en qué forma se encuentran y qué repertorio han elegido.

Estrellas en plena forma. Esta edición rebosa artistas que están en la flor de su carrera y que han editado disco en algún momento de los últimos 12 meses. Eso incluye, por supuesto, a P J Harvey y su excepcional Let England, shake, pero también a Nick Cave liderando a Grinderman, a los neoyorquinos The National, al excéntrico Sufjan Stevens, a los sutiles Fleet Foxes o al cantautor M. Ward.

Mitos vivientes. John Cale con su banda y orquesta interpretando Paris 1919, su excepcional disco de 1973, es lo más interesante de la habitual armada de veteranos. Ejército que este año incluye, quizás por casualidad, a un montón de mitos menores de los últimos 30 años: P.I.L., Papas Fritas, Swans, Pere Ubu o Monochrome Set. Hay que añadir a las asturianas Nosoträsh interpretando Popemas, su disco de 2002.

El componente 'electro'. Big Boi, el que fuera la mitad del dúo OutKast encabeza el sector rapero del festival. Una lista que también incluye al delirante colectivo Odd Future, que al parecer van a grabar un videoblog del festival para la web Pitchfork.com. Y la parte electrónica ha dado un estirón con Salem, James Blake, Gonjasufi, el español John Talabot o Jamie xx, protagonista de nuestra portada.

Iñigo López Palacios

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