Romería popular y 'botellón' juvenil

Unos por devoción, y la mayoría por tradición, la romería a la Santa Faz reunió ayer en Alicante a unas 230.000 personas. Decenas de grupos de adolescentes arrastraban carros de compra repletos de botellas y comida. "El botellón ha empezado pronto", admitían unos amigos que lucían una bandera del Hércules. Y es que miles de alicantinos brindaron su apoyo al equipo de la capital, cuyo entrenador, Djukic, ha pedido a la afición que acuda en masa al Rico Pérez el sábado para apoyar al equipo en el partido con el Racing, crucial para la permanencia en Primera División.

Un año más, la comitiva de políticos del PP encabezó la procesión religiosa, que partía de la concatedral de San Nicolás, y los socialistas optaron por salir de la puerta del Ayuntamiento sumándose así a la procesión cívica. El presidente de la Generalitat estuvo solo al principio, y se ausentó por motivos de salud, ya que hace poco fue operado de una hernia discal. Camps instó a los alicantinos a "caminar juntos y unidos por el mismo camino para mirar hacia el futuro".

En el discreto elenco de políticos del PP, respecto a la masiva presencia de otros años, destacó la presencia del presidente de la Diputación, Joaquín Ripoll, que hizo el recorrido distanciado de la alcaldesa Sonia Castedo y de los dirigentes del PP regional. Ripoll se rodeó de sus seguidores y a mitad de la romería se incorporó el expresidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana. "Vengo todos los años que puedo", dijo el exjefe del Consell, que fue aplaudido por el público, y evitó valorar las escisiones que ha sufrido el PP, aunque luego se fue a comer a Benidorm.

Los socialistas iban por delante. El secretario del PSPV, Jorge Alarte, arropado por Ángel Luna y la candidata de Alicante, Elena Martín, convocó a los valencianos a que "recuperen la dignidad" con su voto el 22 de mayo.