Messi, siempre, con gol o sin él
La Pulga, que corre más de ocho kilómetros, demuestra su generosidad al trabajar como si fuera un obrero en vez de una estrella porque así lo exigía el guion
Valdés para, Puyol impone, Xavi manda, Iniesta da estilo y Messi lidera, a los 23 años, un Barça inolvidable. Los cinco afrontan su tercera final de la Copa de Europa, en Londres, aunque Messi se perdiera la de París por una lesión, al igual que Xavi. Messi no marcó, pero es difícil resistirse a su talento. Ayer, el argentino de Rosario jugó un partido enorme, pero eso casi ya no es noticia. Celebró el tanto como si lo hubiera metido él. Generoso, La Pulga brincó con sus botas naranjas por la gloria común.
Da igual si Messi no marca porque lo suyo es más que los goles. Lo demostró cuando empezó el partido trabajando en la presión, como si fuera un obrero en vez de la estrella más grande del fútbol, simplemente porque así lo exigía el guion. Corrió más de ocho kilómetros, lo que habla de su compromiso porque no todos fueron para buscar el gol que no consiguió, sino que muchos fueron para recuperar la pelota cuando se había perdido.
Es el tercer goleador del Barça, pero no necesita tantos para ser señalado el mejor
No marcó, pero recibió 12 faltas y sus dos goles en el Bernabéu le llevarán a Wembley
Llegada la media hora, tan pronto Xavi e Iniesta encontraron la manera de acercar el equipo al área del Madrid, Messi compareció ante Casillas y encadenó tres remates que solo la excelencia del mejor portero impidió que terminaran en la red. Por culpa de su prodigioso regate se llevó Carvalho la primera amonestación. Luego, provocó la tarjeta amarilla a Xabi Alonso, ya en el segundo tiempo; le barrió también Marcelo y fue amonestado, y finalmente Adebayor le hizo otra falta que también le costó ver la cartulina.
No debe resultar extraño que Messi sea quien más faltas ha recibido en lo que se lleva de la Champions: hay días en los que solo se le puede frenar triturando el reglamento. Así terminó, molido, tras recibir 12 faltas en total. Messi hace daño incluso cuando no toca la pelota, como ayer, cuando dejó pasar un centro de Iniesta y Pedro se plantó solo ante Casillas para marcar. Lo festejó como si lo hubiera marcado porque no necesita goles para ser señalado como el mejor.
La Pulga es el tercer goleador de la historia del Barça: después de marcar 52 tantos en los 51 partidos disputados este curso, acumula 179 desde que debutó con el primer equipo. Así que persigue a César (235) y Kubala (196), dos mitos. Sin querer, persigue récords que parecen insuperables. Por ejemplo, lleva 11 goles en los 12 encuentros que ha jugado este año en la Liga de Campeones y está solo a uno de Van Nistelrooy, que en la temporada 2002-2003, en el Manchester United, marcó 12 en los 14 partidos que llevaron al conjunto inglés al trono.
Ayer no marcó Messi pese a que tiró cinco veces a puerta, pero los dos goles de la ida en el Bernabéu, que sí fueron suyos, llevaron al Barça a la segunda final europea en tres años. "Messi es grande en todo. Es grande porque es capaz de decidir una semifinal en un partido con los dos goles que hizo en la ida y lo es también porque si hay que hacer un esfuerzo para ayudar a sus compañeros lo hace. No se puede hablar de los éxitos del Barça en los últimos años sin él", concedió el entrenador, Pep Guardiola.
Tímido siempre, llegada la hora de celebrar, Messi se dejó llevar por el ambiente festivo del Camp Nou abrazado a Pedro y Busquets. Estaba en la gloria. Desbordado por las emociones. Tanto que, cuando parecía que se resistía a que asomaran más lágrimas, de emoción por supuesto, apareció Pep Guardiola, su protector, para darle un arrumaco.
Reconoce el técnico que monta su equipo y sus partidos para el goce y disfrute de Messi y, por ende, del propio Barça: "Queremos que tenga libertad y que pueda dar rienda suelta a su creatividad. Él está contento con eso, que puede hacerse porque tiene jugadores que le apoyan, como han hecho Pedro y Villa. Porque, si uno no tiene la voluntad, el deseo y la capacidad de saber que lo que hace beneficia al grupo, es imposible llegar a una final tan mágica como la que jugaremos el próximo día 28", zanjó.
El otro partido
- M. 1. Cinco alineaciones distintas. En los cinco clásicos de esta temporada, entre Liga, Champions y Copa, Barça y Madrid no han repetido alineación ni una sola vez.
- M. 2. Un asiento vacío... Rui Faria
y Aitor Karanka dejan vacío el sitio
de José Mourinho en el banquillo.
Entre el preparador físico y el segundo entrenador hay un asiento libre.
- M. 12. La primera tarjeta. Carvalho
es el primer jugador del partido en ver la amarilla por una entrada a Messi.
- M. 21. El Barça dispara primero.
El primer tiro a puerta del partido
es de Busquets: cabezazo tras un saque
de esquina de Xavi.
- M. 24. El Ipad de Silvino. Silvino Louro, preparador de porteros
del Madrid, lleva un Ipad
en el banquillo y lo mira de vez
en cuando, presumiblemente buscando las indicaciones que Mou envía
desde el hotel. La UEFA prohíbe
a los entrenadores sancionados comunicarse con el segundo técnico.
- M. 37. Las manos de Casillas. Tres paradas en cuatro minutos del portero blanco a disparos primero de Messi (dos) y luego de Villa.
- M. 49. Bronca de Cristiano a los recogepelotas. El portugués se queja de que haya dos balones en el campo.
- M. 63. Marcelo, el chico de los clásicos. En los tres goles del Madrid al Barça en los cinco clásicos siempre ha aparecido el brasileño. Ayer marcó, en Mestalla tiró la pared con Di María antes del pase de gol a Cristiano
y en el Bernabéu en Liga consiguió
el penalti.
- M. 66. El teléfono de Chendo. El delegado del Madrid habla por el móvil desde el banquillo.
- M. 75 Los gestos de Casillas. Iker se queja de una falta no pitada a Cristiano Ronaldo y si dirige al juez de línea haciendo el clásico gesto de "vaya cara tenéis" con la mano.
- M. 80. Ovación a Abidal. El francés sale a calentar (tras un mes y medio de ausencia por un tumor en el hígado) y los 95.000 del Camp Nou corean su nombre. Guardiola le regala los últimos dos minutos de partido. Antes de entrar al terreno de juego, el francés se pone a rezar al lado del banquillo.
- M. 93. Casillas anima a los suyos. El capitán del Madrid invita a todos sus compañeros a agradecer con un aplauso el apoyo de la afición. Karanka se acerca a felicitar a Guardiola mientras los jugadores del Barcelona hacen piña en el centro del campo para celebrar el pase a la final.
- Pasillo de los empleados. El técnico del Barcelona se queda al margen mirando al cielo antes de reunirse a la celebración de sus jugadores y abrazar a Messi. Los empleados del club, con Guardiola
a la cabeza, homenajean con un pasillo a los jugadores cuando abandonan
el campo.
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