Iván Alonso castiga a un tibio Athletic
El Espanyol vuelve a engancharse a la lucha por un billete para el próximo curso europeo
Iván Alonso castigó la tibieza del Athletic, que se conformó muy pronto con el empate, que, por momentos, mantenía intactas sus aspiraciones a estar el próximo curso en Europa. Pero de tanto contemporizar, de tanto dar pasos atrás, acabó vencido por un Espanyol que se mantiene en esa pugna por el ansiado billete europeo y amenaza precisamente al Athletic, del que ahora le separan tres puntos. El pragmatismo que trató de hacer valer le jugó una mala pasada. De tanto recular, el Athletic se vio sorprendido y cuando quiso reaccionar ya era demasiado tarde, ya no estaban en el campo Muniain ni Toquero. Los había retirado Caparrós para fortalecer el espinazo de su equipo con Orbaiz y Ustaritz.
ESPANYOL 2 - ATHLETIC 1
Espanyol: Kameni; Galán, Amat, Raúl Rodríguez, Chica; Verdú (David López, m. 90), Javi Márquez (Isaías, m. 65); Luis García (Rui Fonte, m. 65), Iván Alonso, Callejón; y Osvaldo. No utilizados: Dinu; Albert, Álvaro y Thievy.
Athletic: Iraizoz; Iraola, Ekiza, Amorebieta, Castillo; Susaeta, Gurpegui, Javi Martínez, Muniain (Ustariz, m. 65); Iturraspe (Llorente, m. 46) y Toquero (Orbaiz, m. 58). No utilizados: Raúl; David López, De Marcos y Gabilondo.
Goles: 1-0. M. 36. Osvaldo. 1-1. M. 43. Susaeta. 2-1. M. 75. Iván Alonso.
Árbitro: Teixera Vitienes. Amonestó a Verdú, Iraola, Rui Fonte y Javi Martínez.
23.023 espectadores en Cornellá-El Prat.
Caparrós dio un paso adelante y dos atrás. Cuando quiso rectificar, ya era tarde
El latigazo de Susaeta, seco, inapelable, a la escuadra, el que sirvió para empatar, uno de los escasos episodios no accidentales en el partido que se libró en Cornellà, fue lo que llevó a la equivocación al Athletic. Consideró Caparrós que el empate le valía y que el Espanyol carecía de pólvora y juego para volver a marcar.
El Athletic creyó, por momentos, haber alcanzado su objetivo; consideró que le había valido la espléndida ejecución de esa falta y un ejercicio defensivo en toda regla durante la segunda parte. Se equivocó.
En primera instancia, el equipo de Caparrós amasó el balón durante muchos minutos y mantuvo sus líneas lejos de Gorka. Toquero ejerció de boya en el eje del ataque e Iturraspe y Javi Martínez dieron cuerda al ataque de un Athletic que estrenó una segunda equipación con predominio del color verde. Pocas veces conectaron con claridad por las bandas con Muniain y Susaeta. En cambio, el Espanyol, pese a que le faltó intensidad y garra, fabricó las ocasiones más claras. Muchas de ellas tuvieron que ver con el juego del gato y el ratón de Osvaldo e Iván Alonso con la defensa del Athletic. Verdú y Javi Márquez buscaron los pases en profundidad y los delanteros el momento propicio para romper el fuera de juego que de forma constante forzó la zaga bilbaina. El riesgo era que, de haber el más leve fallo de sincronización, pasara lo que pasó. Iván Alonso cazó uno de esos balones al vuelo y se quedó tan solo ante Gorka que le dio tiempo a que le atenazara la duda. Resolvió el portero con acierto, de la misma forma que hizo poco después con un tiro lejano de Javi Márquez.
Se prodigaron los episodios similares. Osvaldo, casi siempre bien sujeto por Ekiza, se encontró con un balón que llegó rebotado tras un semifallo en el remate de un compañero y un roce en otro. Se quedó solo, encaró y no perdonó, con la salvedad de que estaba en una situación de fuera de juego que no advirtió el colegiado. Tras el latigazo de Susaeta, a escasos segundos para el descanso, el árbitro no apreció penalti en un absurdo pero claro derribo de Gorka a Iván Alonso.
Con el empate, Caparrós dio un paso adelante y dos atrás. Retiró a Orbaiz y dio entrada a Llorente para recuperar su esquema más clásico. El Espanyol adelantó las líneas, presionó más, achicó los espacios y forzó ocasiones. Osvaldo volvió a avisar, aunque Ekiza evitó su remate. Gorka salvó un disparo a quemarropa de Jordi Amat, un central, en una evidencia más de que su equipo había decidido dar muchos pasos adelante.
Fue entonces precisamente cuando Caparrós retiró a Toquero, que había obligado a trabajar a destajo a los centrales del Espanyol, y a Muniain, un tanto apagado en su mano a mano con Galán. Los relevistas, Orbaiz y Ustaritz, no lograron mantener la línea y el Athletic se vio por momentos metido en su propia área.
Hasta que llegó el tanto de Iván Alonso tras un remate de Osvaldo que acabó convirtiéndose en un perfecto centro. El Athletic reaccionó, pero sin orden, con la desesperación que dictaba el agotamiento del tiempo de juego. Demasiado tarde. El Espanyol, que solo sumaba nueve puntos en toda la segunda vuelta, todavía sueña con Europa.
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