Campaña
Policías, jueces, funcionarios de Hacienda, fiscales y, ahora, los periodistas de la RTVA. Estos últimos han sido acusados de trabajar siguiendo las indicaciones del PSOE. Los redactores, dicen, reciben órdenes directas de los socialistas a la hora de realizar su trabajo para desacreditar con sus informaciones al PP. Aquí no se salva nadie. Ya no solo arremeten, como venía siendo habitual, contra los directivos, sino que se refieren a los propios periodistas. Y es que han cometido el error de dar cuenta de algunos contenidos derivados de la investigación en torno a la red Gürtel y que salpican a los populares andaluces. "Mercancía averiada", señalan en el partido de Arenas para despachar el asunto, no sin antes advertir de que incorporarán a esa querella-chicle, que estiran a conveniencia, a todos aquellos que les acusen indebidamente.
Los responsables de este medio público han reaccionado rechazando las acusaciones pero, al igual que con anterioridad se comentó en relación con los fiscales, aquí también hará falta algo más para poner coto a los atropellos continuos de que son objeto estos profesionales, situados sistemáticamente bajo sospecha. Si ellos mismos no hacen valer su autonomía, difícil será que les dejen realizar su labor con normalidad. También se han producido denuncias contra jefes territoriales del ente en una ofensiva que si no se resuelve debidamente puede acabar en la imposición de la autocensura para, de esta forma, ahorrarse los redactores nuevos disgustos. Ahí está, también, la embestida que vienen sufriendo en la RTVE en una coincidencia de planteamiento que indica a las claras la existencia de una estrategia muy bien definida y puesta en marcha a las puertas de la campaña de las elecciones municipales que arranca esta semana.
Pero la credibilidad de estas críticas está seriamente menoscabada por lo que el PP hace allá donde gobierna. No hace falta irse muy lejos. Además de los conocidos casos de Canal 9 o Telemadrid, en Andalucía existe una tupida red de televisiones municipales convertidas en un pozo sin fondo en el que se malgastan ingentes cantidades de dinero público y en las que, a diario, se desprecian los elementales principios de pluralidad e independencia. Así se puede comprobar consultando los estudios correspondientes (www.consejoaudiovisualdeandalucia.es) en los que, precisamente, las televisiones de Ayuntamientos gobernados por el PP, como puede suceder en Cádiz, Málaga o Granada no salen bien paradas, precisamente.
Si a esto se une la costumbre ya generalizada de comparecencias sin admitir preguntas de periodistas o la resistencia, salvo dignas excepciones, a la celebración de debates entre los candidatos, la conclusión es que no llegamos en las mejores condiciones a estos comicios.
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