Combatir la inflación

Corea del Sur sigue creciendo. Menos que el año pasado, pero lo suficiente como para situarse por encima de la media mundial de desarrollo de 2011, a la zaga de los principales países emergentes como China, India o Brasil, y muy por encima de los gigantes europeos como Alemania o Francia. Los datos del primer trimestre indican que la cuarta economía asiática creció un 4,1% interanual, en la línea de los pronósticos que sitúan en el 4,5% el alza del PIB en 2011. En 2010 la economía coreana creció un espectacular 6,2%, su mejor desempeño en ocho años.

Los expertos explican este despegue por la baja base de comparación de 2009, con un crecimiento de 0,2%, pero también por el excelente comportamiento de las exportaciones, que crecieron un 14,3%, y del consumo privado, un 4,3%. Para este año, sin embargo, las expectativas son menos positivas debido al complicado entorno internacional. Corea es un país que basa la mitad de su economía en los intercambios comerciales, por lo que el alza de los precios del crudo, la crisis en Oriente Próximo y la ralentización del consumo en EE UU y Europa podrían pasar factura a su crecimiento.

El Banco Central calcula que los precios se situarán este año en el 3,9%

En su último informe sobre el país, el Fondo Monetario Internacional (FMI) advertía que los dos principales frenos al crecimiento coreano podrían ser la ralentización en el volumen de las exportaciones y las presiones inflacionistas. En noviembre pasado, la OCDE estimaba -antes de que se sucedieran las nuevas turbulencias financieras- que las exportaciones coreanas crecerían un 12,8% en 2011, un punto y medio menos que el año anterior. El Banco Central de Corea ha reducido estas expectativas al 11,2%.

El otro gran problema para el crecimiento coreano es el precio del crudo. El país es un importador neto de petróleo y cualquier alza en la factura energética podría impactar negativamente en su cuenta corriente. Las últimas previsiones indican que el superávit por este concepto llegaría hasta los 11.000 millones de dólares este año, tras los 28.200 millones de 2010. Hay otros analistas más pesimistas que incluso hablan de un recorte de dos puntos porcentuales en el crecimiento de Corea en 2012 -del 4,2%, según el FMI- si el precio del barril de crudo llegara a situarse cerca de los 200 dólares.

A ello se suman las presiones que el encarecimiento energético tiene en la inflación. En su último informe, el Banco Central advertía que en 2011 los precios podrían subir un 3,9% -en la parte más alta de las previsiones del banco, situadas entre el 2% y el 4%- desde el 2,9% en 2010. Estos nuevos pronósticos superan en cuatro décimas el 3,5% estimado por la entidad en diciembre. Semejante subida de los precios podría ralentizar el consumo interno y frenar un indicador que, según la OCDE, podría crecer un 4,6% este año.

De ahí que muchos analistas hayan criticado la reciente decisión del Banco Central de mantener los tipos en el 3% en su reunión de abril. El Ejecutivo ha señalado que se estaría llegando al pico más alto de la inflación durante el año, aunque no descarta nuevas alzas de tipos para estabilizar el consumo. De hecho, los expertos creen que el instituto emisor podría cerrar el año con los tipos en el 3,75% y en el 4%-4,5% al cerrar 2012. Todos ellos coinciden en que los principales riesgos derivados de la inflación podrían llegar al comenzar 2012. -