Xabi Prieto salva el récord de Ormaetxea en 1980

La Real Sociedad remontó con un gol de Ifrán y otro de Xabi Prieto, de penalti, y salvó el récord del inolvidable equipo que dirigió Alberto Ormaetxea en la temporada 1979-1980 y que se mantuvo invicto durante 32 jornadas, una más de las que acumulaba el Barcelona en una serie que concluyó ayer en Anoeta. No perdía el equipo azulgrana desde el 11 de septiembre en un partido que se disputó precisamente en el Camp Nou. Su último verdugo había sido el Hércules (0-2). Desde entonces acumulaba 31 partidos invicto en la Liga de forma consecutiva.

El partido empezó bien para el Barça y sus canteranos. Thiago no perdona. El hijo de Mazinho tiene 20 años recién cumplidos y no deja pasar las ocasiones que le brinda Guardiola. En Anoeta disputó su quinto partido como titular y anotó su tercer gol. El promedio es tan espectacular como su juego. El día 17 de mayo se cumplirán dos años de su estreno con el primer equipo.

Pero la derrota y las lesiones empañaron lo que podría haber sido una fiesta para La Masía. Guardiola alineó de entrada a siete jugadores acunados en la fábrica de talentos azulgrana: Montoya, Piqué, Fontàs, Thiago, Xavi, Messi y Jeffren. En el banquillo dejó a cuatro más: Valdés, Busquets, Deulofeu y Sergi Roberto. Y en la grada, descartado, estuvo Pedro.

La peor parte se la llevó Montoya, cuyo debut como titular no pudo ser más desafortunado. El lateral del filial fue objeto de una entrada por parte de Tamudo y, en la caída, sufrió un golpe en la clavícula izquierda. En un hospital de San Sebastián se le diagnosticó una fractura. La lesión incide en la mala fortuna que tienen esta temporada los defensas del Barcelona. Los percances se han cebado en ellos. Maxwell, Adriano y Abidal, este por enfermedad, son baja y Guardiola no creyó conveniente que Puyol entrara en la convocatoria para disputar el partido de San Sebastián.

La mala suerte fue doble para Milito. El defensa argentino marcó de cabeza cuando faltaba un cuarto de hora. El árbitro anuló la acción por un supuesto fuera de juego y, encima, Milito se lesionó en esa jugada y tuvo que pedir el cambio. Le sustituyó Busquets, que formó la pareja de centrales con Mascherano.