La danza pide un impulso para normalizar el sector

Un paso decisivo para normalizar definitivamente la danza. Es lo que pide el sector en el documento Junts per la dansa, presentado ayer en coincidencia con el Dia Internacional de la Danza, que se celebra hoy con diversas actividades en toda Cataluña (www.dansacat.org/agenda/1/1). El documento, realizado por la Asociación de Profesionales de la Danza de Cataluña (APDC), es el fruto de dos años de trabajo y entrevistas con los profesionales del sector, 400 de los cuales lo suscriben, entre ellos los artistas y compañías principales, una buena representación de los cuales apoyaron ayer el acto de presentación.

El representante del Departamento de Cultura invitado a la convocatoria (que incluía aperitivo), Norbert Tomàs, director general de Cooperación Cultural, sorprendió a todos arrojando un insólito, por innecesario e improcedente, jarro de agua fría a las reivindicaciones. Vamos, que hizo de cisne negro. Su actitud de aguafiestas fuera de tono -la APDC hizo público luego un comunicado de respuesta- contrastó con la sintonía y simpatía del también invitado presidente del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (Conca), Francesc Guardans, que felicitó al sector por el documento y hasta citó a Isadora Duncan: cisne blanco, pues. Tomàs evidenció, de paso, que el afán de Cultura por laminar el Conca roza lo extravagante.

Norbert Tomàs hizo de cisne negro en la presentación de 'Junts per la dansa'

En fin, el texto de los de la danza pide, de buen rollo, compromiso y diálogo por parte de la Administración pública. También señala que solo el 8,2 % de las actividades escénicas en los teatros de Cataluña son de danza -pese a que, apunta, la demanda se ha doblado en los últimos años y la ocupación de los espectáculos del género se sitúa en más del 75% - y recalca la "oferta inexistente" en el ámbito local, pues el 66% de la programación tiene lugar en el ámbito metropolitano de Barcelona. En consecuencia, recomienda programar con más regularidad en los municipios.

Para llegar a la ciudadanía, el sector considera fundamental educar y recomienda potenciar la práctica de la danza en el entorno escolar (el ceñudo Tomàs anotó que ello podría ¡perjudicar a las matemáticas!). Una formación amplia y de calidad es imprescindible, continúa el documento, para evitar la "preocupante fuga de talentos". En ese sentido, se juzga insuficiente el Institut del Teatre. También se debería reglar, indica, la enseñanza de nuevas técnicas, como el hip hop. Se recomienda asimismo la cesión a la danza de espacios públicos en desuso y una política continuada de consolidación de las residencias artísticas. Potenciar el desarrollo empresarial del sector y garantizar la estabilidad de los profesionales son otras de las demandas.