Un hotel de lujo para borrar el Atrium

El hotel Atrium Beach nunca llegó a abrir porque se quedó en un inmenso esqueleto de hormigón en primera línea de La Cala de La Vila Joiosa tras dos accidentes laborales en septiembre de 2003 que costaron la vida a tres operarios. Las obras fueron paralizadas y la promotora, Hotel Luna, S A, inició un tortuoso camino judicial porque se descubrió un exceso de edificabilidad. Hoy aquel futuro hotel se llama La Vila Resort, está legalizado y tiene poco que ver con su primigenia concepción. Siete años y medio después "podría decir que ha sido una pesadilla, pero es de nuevo un sueño", afirmó Francisco García, el presidente de la cadena Magic Costa Blanca, propietaria del hotel.

En un acto de tintes electoralistas a pie mismo de una obra que continúa embarrancada donde se quedó en 2003, los propietarios presentaron a la consejera de Turismo, Belén Juste; el alcalde de La Vila, Jaime Lloret, del PP; concejales de otros partidos y representantes de la patronal hotelera Hosbec la modificación del nuevo proyecto diseñado por Global Studios, la empresa californiana que ideó Terra Mítica.

Mayor: "Este 'resort' nos permitirá competir con Turquía o Túnez"

Los turistas tendrán una oferta similar a la de un crucero de lujo

El tamaño de las instalaciones y las cifras que maneja Magic Costa Blanca convierten el recinto en "el mayor hotel de Europa y el primer resort del Mediterráneo", en palabras de García. La Vila Resort acabará siendo un hotel de 1.312 habitaciones, 1.010 de cuatro estrellas y 302 de cinco, aunque también dispondrá de un Palacio de Congresos para 1.800 personas con 27 salas de reuniones que prevén acoger 50.000 congresistas al año. Además dispondrá de 800 plazas de aparcamiento, 18.000 metros de lagos o un spa de talasoterapia. Todo el complejo contará con 59 ascensores, la mayoría próximos al Paseo de las Estrellas, una galería interior de 20 metros de altura con un techo abovedado ideado para recibir proyecciones tematizadas y donde estará la oferta gastronómica y comercial.Los promotores estiman que a finales de este año conseguirán la financiación necesaria, unos 150 millones de euros, para retomar las obras de un rediseño similar a la oferta que puede encontrar un turista en un crucero. "Será un destino en sí mismo que no competirá con la planta hotelera de Benidorm porque tiene su valor propio", dijo el presidente de Hosbec, Toni Mayor. "Estos complejos son la única forma de competir con países como Turquía o Túnez, porque allí no construyen hoteles con piscina sino resorts como este", añadió Javier García.

Mayor se sumó a la ola de optimismo a la que parecen haberse subido los empresarios turísticos. "Es como si el sector viviera de espaldas a la crisis", proclamó tras recitar que entre las torres Intempo, las de Punta Llisera, la presentación de La Vila Resort y la reconversión de tres hoteles a la categoría de cuatro estrellas se está "trasladando el mensaje de que vamos por el camino de la recuperación económica". "Ahora solo falta que las administraciones consideren al sector turístico como el tractor de la economía nacional", añadió.

En este sentido, La Vila Resort dará trabajo en sus instalaciones a 750 empleados y generará 1.125 empleos indirectos. Sus promotores calculan que tendrá un impacto económico anual de 80 millones de euros y que la repercusión por plaza hotelera será de 20.000 euros al año, a la altura de los mejores destinos españoles de la Costa Adeje canaria. Tampoco es desdeñable la inversión publicitaria que requerirá para darse a conocer, estimada en 30 millones de euros repartidos en cinco temporadas. "Hemos invertido la experiencia de los 40 años de la cadena y todo nuestro ahorro para la puesta al día de la oferta turística de la zona", concluyó Javier García.

Magic Costa Blanca repartió un dossier con toda la documentación que confirmaría la legalidad del proyecto. "Si no, no estarían aquí la consejera y el alcalde de La Vila", añadió Francisco García, que lo presentó con el lema añadido entre paréntesis de "Completamente legalizado". Aunque en 2008 una sentencia del TSJ anuló el Plan de Reforma Interior y Mejora (PRIM) presentado por el promotor, la empresa Garocala tramitó otro PRIM para reordenar toda la zona donde está el hotel, que fue aprobado por la consejería de Urbanismo y que nadie recurrió, lo que avalaría la vigencia de la licencia de obras ratificada por una cédula urbanística.

El anterior Atrium Beach recibió una sanción de 12 millones de euros porque las obras que realizó no se ajustaban a la normativa urbanística municipal, pero la empresa nunca la llegó a pagar porque recibió la resolución de la consejería fuera del plazo legal de seis meses que tenía para resolver el expediente. Además, la aprobación de la Ley Urbanística Valenciana (LUV) recogió en su articulado la posibilidad de que las sanciones fueran reducidas un 90% si el infractor restauraba la legalidad urbanística.