Chris Hondros, fotógrafo de guerra a ritmo de Bach
Muere en Libia durante un choque entre rebeldes y tropas de Gadafi
Chris Hondros, fotógrafo de guerra de la agencia Getty, murió en la madrugada del jueves al viernes por las heridas causadas en un enfrentamiento entre rebeldes y fuerzas de Gadafi en Misrata. Como consecuencia del mismo ataque había fallecido también, unas horas antes, el fotógrafo Tim Hetherington. En la misma guerra, en la misma escaramuza, se van dos de los mejores fotógrafos de guerra actuales.
Hondros nació hace 41 años en Nueva York, de un matrimonio entre un griego y una alemana que habían huido de las garras del nazismo. Licenciado en literatura, se dedicó enseguida a la fotografía y comenzó a viajar a zonas de conflicto.
Sus primeros reconocimientos llegaron en el año 2003, cuando quedó nominado y finalista en los premios más prestigiosos, el Pulitzer y los World Press Photo, por su trabajo desgarrador sobre el conflicto en Liberia. Niños soldados, combates desde primera línea, encuadres arriesgados pero decididos, marcaban ya su estilo. No había lejanía, sino que contaba en primera mano y lo más cerca posible guerras muy lejanas para muchos.
Sierra Leona, Nigeria, Afganistán, Kosovo, Palestina... son los escenarios donde Hondros trabajó, siempre en territorios inmersos en conflictos enquistados. En 2005, empotrado con soldados estadounidenses en Irak, fotografió cómo una patrulla tiroteaba por error a una familia que viajaba en un coche. La secuencia del horror le valió de nuevo múltiples portadas y reconocimientos, entre ellos la Medalla de Oro Robert Capa, que el Overseas Press Club of America otorga desde 1955 a fotógrafos que despliegan "valor e iniciativa excepcionales".
Hondros, amante de la música clásica, como recuerda su colega Chip East en un artículo en el blog del The New York Times, intentaba salirse de las fotografías de guerra al uso. En 2007 sorprendió con unas fotografías tomadas desde la ventana de un vehículo blindado Humvee que patrullaba las calles de Bagdad. "La ventana de un Humvee circulando por las peligrosas calles de Bagdad es esencialmente una televisión vista en la oscuridad", describía. Así era como él veía la ciudad después de tantas horas patrullando con las tropas estadounidenses. Poco después montó un vídeo con esas imágenes al ritmo de Bach, serie que tituló Bagdad en D Menor. Y el mismo planteamiento lo utilizó hace tan solo unos meses con Afganistán como escenario.
La última guerra que ha retratado Hondros ha sido la de Libia. La misma mañana del día de su muerte siguió a un grupo de rebeldes que iban a la caza de leales a Gadafi. Hodros estaba en primera línea, como un testigo que no entorpecía el transcurso de la guerra en la que ha dejado su vida.
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