Urbanita refinado

Se aparca a la primera y gasta lo justo. La segunda generación del Kia Picanto recoge las ventajas habituales en los coches urbanos, pero añade una imagen y calidad que marcan la diferencia y lo sitúan entre los modelos más refinados de su tamaño. Estará disponible a finales de abril con carrocería de cinco puertas y precios desde 7.790 euros (sin aire acondicionado y con un descuento de 1.500). En septiembre saldrá la versión tres puertas.

Por gancho estético y calidad interior, el Picanto deja atrás a rivales como los Suzuki Alto y Citroën C1, y se sitúa a la altura de otros más elaborados, como los Hyundai i10 y Ford Ka. Y es que a su sugerente traje, con más presencia de lo normal, suma un salpicadero, volante y asientos propios de coches más grandes.

La habitabilidad también convence y, a pesar de su longitud (3,59 metros), permite alojar adultos de 1,80 metros en las plazas traseras, incluso si los pasajeros de delante tienen estaturas similares y llevan el asiento retrasado. El maletero en cambio, es justo (200 litros), pero se puede ampliar plegando los respaldos.

El Picanto agrada en ciudad por su confort, visibilidad y agilidad para callejear, pero en carretera cumple sin más y tiene menos aplomo que la mayoría de sus rivales. La gama incluye dos motores de gasolina. El 1.0 de 69 CV (4,2 litros de consumo medio) tiene una dirección mejorable y suspensiones muy blandas; el 1.2 de 85 (4,5 litros) ofrece una estabilidad más lograda, pero solo se ofrece en el acabado superior Emotion. Incluye un completo equipo de serie (salvo el control de estabilidad, que no está disponible) y cuesta 11.090 euros (descuento incluido).