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Reportaje:FÚTBOL | 32ª jornada de Liga

Morriña de gol en Riazor

Ningún futbolista del Deportivo llega a 10 tantos desde 2006

La moderna y exitosa historia del Deportivo sabe de delanteros implacables. Bebeto, Makaay y Tristán lograron el Trofeo Pichichi como blanquiazules. El holandés incluso fue bota de oro al acabar la temporada 2002-2003 con 29 goles, dos más de los que lleva todo el equipo en la actual, lo que le califica como el más romo de Primera. El gol ya no anida en Riazor, donde en las últimas cuatro campañas ningún futbolista llegó siquiera a la decena. Desde que el club dio el finiquito a Tristán en el verano de 2006. Y no parece probable que la racha se rompa de ahora a mayo: Lassad y Adrián lideran la tabla de realizadores con apenas cinco dianas. Hace un año, Riki había llegado a ocho, como Lafita hace dos.

Lotina cree que por fin tiene delantero centro: Xisco, cedido por el Newcastle

La sequía tiene que ver con los problemas económicos del club, pero también con el desacierto en las incorporaciones. "No nos podemos permitir fallar en los fichajes", repite como una letanía el presidente, Augusto César Lendoiro, pero en los últimos años acumula fiascos en la punta del ataque. Por Riazor han pasado futbolistas como Taborda, Estoyanoff y Omar Bravo. Las apuestas nacionales, como Arizmendi, con todo máximo goleador en el curso 2006-2007 con cinco tantos, Bodipo y Mista también resultaron fallidas y los técnicos jamás confiaron en Rubén Castro, que fue traspasado el pasado verano al Betis, en el que lleva 18 goles. Lendoiro buscó opciones en el mercado, pero se le escapó el ahora racinguista Rosenberg y en el último minuto el Vestel Manisaspor, turco, se adelantó en la pugna por Makukula.

Sin embargo, a estas alturas, Lotina cree haber encontrado un delantero centro. Lendoiro le trajo dos a finales de enero con el mismo perfil. Sand, un argentino con el pedigrí de haber sido máximo realizador en la Liga de su país, apenas cuenta. Estaba jugando el campeonato de Emiratos Árabes y apenas tenía ritmo de competición. "Sospecho que es más jugador de partidos que de entrenamientos", explica Lotina. Al final, se trataba de encontrar un tipo con oficio, fuerte, que aguante la pelota, ayude al equipo a salir de la cueva y aporte un aceptable tanto por ciento de acierto en las pocas ocasiones que le lleguen. Y lo ha tenido que hacer un futbolista de ida y vuelta. Xisco ya había contribuido con nueve goles a sacar al equipo de una situación complicada en la primera campaña del técnico vasco en A Coruña. "Creo que ahora es más jugador que entonces", asegura Lotina. En septiembre de 2008 el Deportivo traspasó a Xisco al Newcastle por una cantidad que rondó los seis millones de euros. Parecía un buen negocio. Xisco había llegado a A Coruña con 16 años, procedente del Atlético Baleares, y se forjó en la cantera deportivista. "Cuando llegué, era un crío y ahora vuelvo siendo un padre de familia", explica el futbolista, que el domingo entró al césped de Riazor con su hijo en brazos, al que ya ha dedicado dos goles en los últimos tres partidos. En el Newcastle apenas tuvo oportunidades. Aún sigue bajo su disciplina, pero el año pasado buscó minutos con una cesión en el Racing durante la segunda vuelta y este cerró idéntica maniobra con el Deportivo. Ahora no descarta forzar una salida del club británico para seguir en Riazor. Con o sin Lotina.

Xisco celebra su gol al Racing.
Xisco celebra su gol al Racing.CABALAR (EFE)

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