Feijóo asegura que ve a Galicia "dos años por delante del resto de España"

Los partidos lo celebran casi todo, incluso los cumpleaños de su llegada al poder. El PP tiró de calendario para conmemorar ayer 24 meses en la Xunta y le dio a Alberto Núñez Feijóo la excusa para calentar el ambiente con las elecciones municipales a la vuelta de la esquina. Ante diez de sus conselleiros y un buen número de altos cargos y simpatizantes, aseguró en Santiago que la comunidad autónoma va "dos años por delante del resto de España en austeridad, planificación y gestión", para después añadir que su partido está a esa misma distancia del PSdeG y BNG en "ideas, propuestas, credibilidad y representatividad".

Presumió de austeridad, reprochándole al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que no reconociese la crisis "desde el primer día", para aplicar recetas de control del déficit y equilibrar las cuentas. En su balance de los dos años de legislatura reconoció que, además de los aciertos, su partido necesita "mirar donde se equivocó para mejorar".

Abanderado de lo que él define como "uno de los gobiernos más austeros del país", sacó pecho con el exiguo avance de la economía gallega, que el año pasado fue del 0,1%. Contrapuso ese "crecimiento positivo" a los números rojos (de una décima) que tuvo el conjunto del país.

Como objetivos para lo que le queda de mandato, insistió en los datos económicos para "seguir buscando todas aquellas posibilidades que permitan que los gobiernos gasten menos en sí mismos y más en los ciudadanos". En este punto no se olvidó del bipartito, que dijo, se conformaría con "la cuenta de resultados" que presenta Galicia.

El aval que presentó se apoyó en las cifras de los servicios sociales: "Cuando el PP llegó al gobierno autonómico los pacientes más graves esperaban 42 días para ser atendidos por el Sergas, mientras que hoy esperan la mitad". Una de sus batallas políticas más largas en estos años ha sido la de la fusión de las cajas gallegas. La llegó a calificar de una "inquietud social" sobre la que recaen "esperanzas reales", y que ha elevado la autoestima colectiva de los gallegos.

La réplica desde la oposición se la dio el secretario del PSdeG, Pachi Vázquez, en un acto en el que estuvo el secretario de organización del PSOE, Marcelino Iglesias.En un acto de presentación de los 315 candidatos socialistas a ocupar las alcaldías tras el 22 de mayo, Vázquez dibujó una hoja de ruta basada en tres puntales de "socialismo, municipalismo y gallegismo".

En su discurso criticó a Feijóo porque, dijo, "no quiere candidatos. Basa su campaña en el personalismo y en las críticas al presidente del Gobierno".

"¿De qué nos hablan?, de nada, nos hablan de Zapatero", reprochó. En referencia a las municipales, que ve como "el campo favorito" del PSdeG, convirtió a los candidatos en "la esperanza" para Galicia. Ese deseo se traduce en una promesa: ganar las diputaciones de Pontevedra y Ourense, dos bastiones de barones populares, Rafael Louzán y José Luis Baltar. Un objetivo que atajará, según Vázquez, "un problema de higiene de país" porque "no se puede seguir manteniendo a dos caciques".

En referencia a las acusaciones del Partido Popular sobre financiación ilegal por un supuesto desvío de fondos públicos a través de organizaciones agrarias, Vázquez censuró en su discurso que "están imputados miembros del Gobierno gallego por abuso de poder". Tuvo palabras para los tránsfugas que el PP presenta a las elecciones. Es, según él, el reflejo de la "codicia y la inmoralidad". "Que no se escude detrás de Baltar, el promotor del transfuguismo se llama Alberto Núñez Feijóo".