"Hay que echar el freno, 'papá Ayuntamiento' no puede ayudar en todo"

Agustín Navarro (Benidorm, 1961) se presenta por tercera vez encabezando la candidatura del PSPV de Benidorm, ahora como independiente. Accedió a la alcaldía en septiembre de 2009, tras una polémica moción de censura que lo convirtió en diana del PP de toda España. Es funcionario del Consistorio que gobierna como tránsfuga. Presume de haber abierto al ciudadano su despacho para recibir a más de 2.000 personas en su primer año de alcalde. Aunque aún no le dejan volver al PSOE, dice que morirá siendo socialista.

Pregunta. ¿Para qué crearon Pasión por Benidorm y por qué la Junta Electoral prohibió que presentara en público con esa plataforma su candidatura?

Respuesta. Agustín Navarro no creó Pasión por Benidorm. Es un movimiento vecinal y cívico que se preocupa por la ciudad y se ha decantado por una opción política. A pesar de la prohibición y la retirada de la publicidad ordenada por la Junta Electoral, nos ha beneficiado mucho porque aglutina a gente muy diversa ideológicamente, más allá de la militancia política.

"Vamos a anteponer la ciudad a cualquier partido porque tiene que hacerse justicia"

"Hay que reestructurar las ayudas y subvenciones que reciben las empresas"

P. La mitad de su candidatura no milita en el PSPV. Y dan la sensación de ir el partido por un lado y ustedes por otro.

R. Hemos pasado por una coyuntura muy difícil porque los concejales no podíamos ni aparecer en según qué actos. Es verdad que la convivencia ha sido difícil y tensa, pero lo hemos superado.

P. Le acusan de haber contratado a casi 150 trabajadores en año y medio.

R. Es rotundamente falso. Desde que soy alcalde, la plantilla de funcionarios se ha incrementado en siete funcionarios. Los demás son interinos y contratos de acuerdo con el Servef.

P. ¿A qué proyectos dará prioridad si gobierna?

R. Al Sport Hall, un recinto de 295.000 metros para captar turismo deportivo, a la recuperación total del turismo joven y a la renovación de infraestructuras como la avenida del Mediterráneo, el Paseo de Poniente y el Centro Cultural, que es la asignatura pendiente. Pero nuestra preocupación es el empleo, que debería mejorar con el desarrollo de Armanello [23 torres de 29 alturas] y la comercialización del primer polígono industrial de la ciudad, recientemente terminado.

P. ¿Y cómo piensa financiarlo con el Estado en recesión, la Generalitat retirándoles subvenciones y el Ayuntamiento arruinado?

R. Vamos a anteponer la ciudad a cualquier partido porque tiene que hacerse justicia y Benidorm recibir de todas las administraciones en función de su aportación económica.

P. Da la sensación de que el empresario Enrique Ortiz, concesionario de la estación de autobuses, ha campado a sus anchas en la ciudad.

R. Jaime Llinares [concejal de Urbanismo] ha hecho un trabajo serio y contundente para que eso no fuera así. En Benidorm hemos estado muchos años sin que nadie controlara a las concesionarias. Eso también se ha acabado.

P. ¿Ha claudicado con Bañuls, que le dio la alcaldía y ha impuesto en la lista del PSPV a su secretaria?

R. Creo que el consenso con él es positivo para nuestra lista. Carmen Martínez, su persona de confianza, aporta trabajo e ilusión.

P. ¿Qué hará si pierde las elecciones por tercera vez?

R. No me presentaría si no fuera alcalde. Si pasa, reflexionaré, pero no entra en mis cálculos perder.

P. En Benidorm pagan el IAE más de 1.000 empresas y hay más de 1.600 tiendas, pero todos piden al Ayuntamiento.

R. Hay que echar el freno de mano y reestructurar las ayudas y subvenciones que reciben las empresas. Papá Ayuntamiento no puede subvencionarlo todo.

P. Dijo que utilizaría el transporte público para sus desplazamientos. ¿Cuánto cuesta el autobús en Benidorm?

R. La última vez que compré el bonobús de 10 viajes me costó 10,70 euros, así que 1,07. El billete sencillo vale 1,30 euros.