Pecar en voz baja
Hace una semana tuvo lugar en Londres el proceso contra el Gobierno británico por los excesos que cometió en Kenia durante la represión del movimiento independentista Mau Mau. Cinco ancianos denunciaron en 2009 las vejaciones que padecieron en manos del Imperio hace más de medio siglo. Los cuatro que aún viven estuvieron en el juicio. Paulo Nzili (84 años) fue castrado con unas tenazas por pertenecer a los Mau Mau, aun cuando solo los ayudara haciéndoles llegar comida. Ndiku Mutua (79 años) también fue castrado. Wambugu Wa Nyingi (83 años) estuvo encerrado en varios campos de internamiento sin haber sido nunca acusado de nada: una vez pasó tres días al lado de los cadáveres de 11 compatriotas que no habían conseguido resistir, como él, la brutal paliza que les propinaron. Jane Muthoni Mara fue detenida con 17 años (tiene ahora 72) y, entre golpiza y golpiza, fue violada con una botella de agua caliente.
La mayoría de las democracias occidentales se apoyan sobre una historia de exclusión, limpieza étnica y genocidio", afirma el sociólogo alemán Harald Welzer en Guerras climáticas, su último libro. Se consideraba, sin embargo, que las mayores barbaridades se habían cometido durante los procesos de colonización en el siglo XIX, y que durante la última centuria el dominio occidental se ejerció siguiendo otras estratagemas y con mejores modales.
Entre 1952 y 1960 los Mau Mau se enfrentaron a los británicos en lo que fue prácticamente una guerra civil, que terminó precipitando la independencia de Kenia en 1963. El fiscal general que Londres había destacado por entonces en aquella zona sintetizó la estrategia del imperio con estas palabras: "Si tenemos que pecar, pequemos en voz baja".
Así se hizo, y los documentos con el registro de las infamias quedaron escondidos. Ha sido un tozudo funcionario el que ha permitido que salieran a la luz durante el juicio en el que los ancianos reclaman que Londres pida perdón y cree un fondo de ayuda a los supervivientes. El Gobierno británico sostiene que ha pasado mucho tiempo y que sus culpas terminaron cuando Kenia se independizó. Sea como sea, sus terribles pecados quedan ahora al descubierto.
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