En la élite y sin apoyos

Eva Castro es la mejor ciclista de montaña de Galicia y una de las mayores especialistas en el mundo. A sus 33 años, esta oleirense acumula ocho campeonatos de España y un bronce en el Mundial en la categoría de four cross. Pese a estar en la élite no cuenta con ningún apoyo institucional. El año pasado tuvo que renunciar a competir en el Mundial, donde tenía bastantes posibilidades de ganar, porque el Xacobeo le retiró el patrocinio. A partir de ahí tuvo que montárselo por su cuenta. Ahora vive en Madrid, donde trabaja en una tienda de bicicletas y pelea por salir adelante.

Eva empezó a montar en bici siendo una niña. Con 17 años participó en su primera competición, ganó varios campeonatos de España, pero nunca pudo dedicarse profesionalmente a su deporte por falta de apoyos. Trabajaba en una tienda de bicicletas coruñesa para ir pagándose sus propios gastos. Con la llegada del bipartito a la Xunta, su situación mejoró. "Los del Bloque fueron los únicos que me apoyaron, y que en general impulsaron el deporte femenino", afirma. El Xacobeo empezó a patrocinarla, y eso le permitió llegar a lo más alto en las competiciones internacionales. Pero con el cambio de gobierno perdió esa ayuda. Según ella, por razones políticas. "Me retiraron el patrocinio porque me vincularon con el nacionalismo". Los 12.000 euros que recibió durante tres años, y que le ayudaron a consolidarse en la élite del ciclismo mundial, desaparecieron de un día para otro.

Es ocho veces campeona de España y tercera del mundo

Eva también ha sufrido por el hecho de ser mujer en un deporte tradicionalmente masculino. "En España hay muy pocas chicas que se animen a hacer ciclismo de montaña", explica. Al contrario que los hombres, ella nunca ha podido vivir de esto. Como ocurre en muchos otros deportes, la diferenciación empieza en los organismos. Un ejemplo claro: en la web de la Federación Española de Ciclismo la competición femenina se sitúa en un segundo plano, muy por debajo de la masculina. En la barra de navegación hay un apartado específico para cada modalidad de hombres, mientras que la información relacionada con las ciclistas se incluye en "otras competiciones", y dentro de éste en "amateur y féminas".

En los últimos meses la situación se ha nivelado a causa de la crisis. Los recortes de subvenciones y ayudas han afectado de la misma manera a ambos sexos. Después de que la Xunta le retirase el patrocinio, tuvo que retirarse de la competición internacional. En aquel momento se preparaba para el Mundial de four cross. Había conseguido un bronce anteriormente y llevaba meses entrenando. "Fue un golpe muy duro, pasé mucho tiempo preparándome y tuve que dejarlo todo". Lejos de cruzarse de brazos y protestar por lo injusto de su situación, siguió trabajando como siempre. Tuvo que rebajar el nivel, se centró sobre todo en las competiciones nacionales y buscó otros apoyos. Llegó a pagar los gastos de las carreras de su propio bolsillo. Algunas empresas gallegas le concedieron pequeñas ayudas, lo que le permitió "ir tirando" durante unos meses. Pero las subvenciones privadas también se recortaron con la llegada de la crisis, o directamente desaparecieron.

Entonces decidió marcharse. Desde hace unos meses vive en Madrid, donde trabaja en la tienda de bicicletas Mammoth. Este establecimiento es ahora su principal patrocinador, el que cubre todos los gastos de las competiciones internacionales y algunas nacionales. Ella sola se las arregla para hacer lo demás. Escribe sus propias notas de prensa, que manda a los medios después de cada carrera, y actualiza un blog para seguidores y patrocinadores.

Eva trabaja a tiempo completo en la tienda, así que entrena cuando puede. Madruga y sale en bici antes de entrar a trabajar o entrena por la noche, cuando termina su jornada laboral.

El cambio de aires le ha sentado bien. "Aquí hay muchas más oportunidades y te valoran más que en Galicia", afirma. Ha vuelto a la competición. El mes pasado comenzó en el campeonato de España de descenso, otra modalidad de bicicleta de montaña, y ya es líder en la clasificación. Este fin de semana luchará en Cataluña para mantener la primera plaza. El próximo 16 de abril viajará a California para participar en la Sea Otter, una clásica donde participan ciclistas del más alto nivel de todos los países y en todas las modalidades. Cree que el éxito que está viviendo se debe a la falta de presión de cara a la competición. "Este año me planteé disfrutar de la bici, porque el año pasado lo pasé muy mal", dice. No quiere quedarse con el mal sabor de boca que le dejó la polémica con la Xunta. Prefiere montárselo por su cuenta y salir adelante, con o sin apoyos. "Yo voy a piñón fijo", explica, "me lo llevo currando mucho tiempo y he llegado hasta aquí por mis propios méritos, así que ahora no me voy a rendir".