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Reportaje:Carreras & capital humano

Hacer negocios a la alemana

El país centroeuropeo explota su recuperación económica y vende un estilo empresarial más centrado en el beneficio a largo plazo que en la especulación

Cristina Delgado

Resulta irónico. La escuela de negocios ESMT, cuya sede principal está en Berlin, ocupa un enorme edifico construido para albergar a los líderes comunistas en los días en los que la ciudad estaba partida en dos. Bajo la atenta mirada de la hoz y el martillo y las vidrieras donde jornaleros se abrazan a obreros, hoy hay indios, chinos, rusos, ingleses y españoles que aprenden a hacer negocios al estilo de la Alemania unificada. Un país cuya economía el año pasado creció un 3,6% (el mayor impulso desde la unificación de las dos Alemanias en 1990), después de registrar solo un año antes una contracción del 4,6%.

En Alemania, explica el director de MBA en ESMT, Nick Barniville, hay pocos Master in Business Administration (MBA) acreditados, sobre todo en comparación con países como Francia, Reino Unido o España. "Este país no ha tenido una tradición de escuelas de negocios, ni de másteres para directivos. Aquí, habitualmente, este tipo de formación se busca en programas de doctorado", asegura. Alemania, mantiene, está tan orgullosa de su sistema educativo, que las escuelas de negocios tenían poco que hacer allí. Así que no es extraño que las empresas del país no exijan por sistema ese tipo de formación. "Pero las multinacionales sí les dan importancia a los MBA", valora Barniville. También las compañías alemanas quieren una formación directiva especial para sus trabajadores extranjeros.

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Con ese panorama, 25 empresas de primer nivel (entre las que están Siemens, BMW o Bayer) y con bastante dinero de por medio (por el momento han puesto 170 millones de euros) decidieron en 2002 fundar la institución ESMT. En 2006 empezó el MBA. En sus aulas hay pocos alemanes (un 5%). La idea es la contraria: que los extranjeros aprendan el savoir faire alemán. "¿Qué diferencia el estilo alemán de los negocios? Aquí nos enfocamos en el desarrollo a largo plazo, la responsabilidad y la gestión tecnológica, y no tanto en la parte financiera", resume. "Alemania", defiende, "tiene algo que enseñar al mundo".

Desde que la recesión comenzó a azotar Europa, Alemania ha aparecido continuamente como tabla de salvación. En la reforma laboral, el Ministerio de Trabajo puso encima de la mesa el modelo alemán. El país parece la panacea para la construcción de infraestructuras en crisis, a través del modelo alemán o peaje en sombra. La Generalitat catalana quiere reformar la formación profesional. Cómo no, ha prometido copiar el modelo alemán.

En la escuela, directivos y profesores conocen bien IESE, IE Business School y Esade. "Las escuelas españolas se defienden en los rankings internacionales. La nuestra, en Alemania y su tradición de economía potente", dice un miembro de la directiva. A pesar de la afirmación, reconoce que la presencia en rankings y las acreditaciones serán importantes también para ellos si quieren captar alumnos que paguen los cerca de 50.000 euros que vale el curso.

El presidente de la escuela y ex economista en jefe para la Competencia en la Comisión Europea, Lars-Hendrik Röller, dice que se ha centrado en atraer muchos alumnos del Este. No solo para su máster. Al fin al cabo, Berlín está solo a 60 kilómetros de la frontera polaca. Atraer a los españoles o a los italianos, reconoce, no es fácil. Por ahora, acoge al año a 40 estudiantes de MBA y a 60 del programa bianual para ejecutivos.

Teresa Mariscal (29 años) y Juan Enríquez (31 años) son los dos únicos españoles este año. Los dos malagueños han llegado a las aulas gracias a la beca Talentia de la Junta de Andalucía, que ha pagado el curso. "Me doy cuenta de lo afortunado que soy", reconoce Juan. Estudió Telecomunicaciones y trabajaba en la consultora Oracle. Lo dejó todo por el máster. "Lo mejor es que el centro lo fundaron 25 empresas alemanas. Hay mucho contacto con ellas y hay gente que sale con trabajo de aquí", apunta. Teresa estudió Administración y Dirección de Empresas. Agradece que las clases sean en inglés, porque el alemán lo lleva regular. "Desde que empezamos en enero no hemos tenido ni un minuto. Pero no me quejo. Valdrá la pena", vaticina. Cuando llegó a la escuela nunca había oído hablar de ella. Ahora es su mayor defensora. Cree que haber estudiado en Alemania, motor de Europa, le abrirá puertas. -

José Luis Rodríguez Zapatero quiere seguir algunas prácticas económicas de Angela Merkel.
José Luis Rodríguez Zapatero quiere seguir algunas prácticas económicas de Angela Merkel.DANIEL MIHAILESCU (AFP)

Emigrantes

Cuando la crisis aprieta en España son muchos los que miran al Norte. Alemania, el país que acogió enormes grupos de españoles en busca de trabajo en los sesenta, vuelve a ser el objetivo de muchos jóvenes décadas después. Esta vez no llegan a ocupar los puestos de obreros o limpiadoras. Llegan con ingenierías y másteres bajo el brazo para tratar de encontrar el puesto cualificado que no han encontrado en su ciudad. Marta B., madrileña, de 27 años, es una de ellas. Estudió Empresariales y ahora trabaja en una multinacional británica con sede en Berlín. Y eso que fue solo para hacer una beca de seis meses. "Mi padre dice que vuelva. Yo le digo que no. Ahora que todos los españoles vienen, ¿me voy a ir yo? No. En agosto ya me hincho a tomar el sol en España. En invierno, aquí me gano mejor la vida", valora. Asegura que desde que la canciller Angela Merkel invitó a los ingenieros españoles a emigrar a Alemania (dijo que necesitaban 36.000 trabajadores cualificados de España) ha recibido más correos electrónicos que nunca de familiares y amigos de amigos. "Todos me preguntan cuánto tiempo necesitan para aprender alemán. Yo les digo que si vienen, se mentalicen: necesitan un intensivo de un año, un buen abrigo y muchas ganas de trabajar".

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Sobre la firma

Cristina Delgado
Es subdirectora y se encarga de la edición digital de EL PAÍS. Antes fue redactora jefa de Economía, sección en la que se incorporó al periódico, en 2008. Licenciada en Periodismo y en Comunicación Audiovisual, ha realizado el máster UAM-ELPAIS y posgrados de información económica y gestión.
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