El inversor ve cada vez más lejos el fin de la crisis
El índice de confianza de JPMorgan AM sigue en negativo
La Encuesta de Confianza del Inversor en España, elaborada por JPMorgan Asset Management y publicada en exclusiva por El PAÍS, incluye la siguiente pregunta: "¿Cuándo cree usted que se saldrá de la crisis económica?". En la última oleada, correspondiente al primer trimestre de 2011, el 67,6% de los encuestados situaron la luz al final del túnel en un plazo superior a dos años. Se trata del porcentaje más alto para este tipo de respuesta desde que se elabora la encuesta.
El pesimismo de los inversores se traslada también a su visión acerca de cómo evolucionarán las Bolsas en los próximos seis meses. El 32% de las respuestas son negativas (creen probable o muy probable que los mercados bajen), mientras que solo el 21,8% ven posible o muy posible ascensos en los mercados. El 46,2% piensa que se mantendrán igual.
Los depósitos marcan récord en las carteras de los inversores
Estas respuestas acerca de la evolución bursátil en el semestre provocan que el índice de confianza del inversor continúe en terreno negativo por quinto trimestre consecutivo -desde 2008 solo ha sido positivo en tres ocasiones-. En concreto, el indicador se sitúa en -1,35 puntos. Es un nivel ligeramente mejor que el del trimestre anterior (-1,41 puntos) pero hay que tener en cuenta que aunque el pasado mes de enero se produjo una notable mejora de la confianza de los inversores, en febrero y marzo esta se volvió a desplomar coincidiendo con la crisis de Portugal, las revueltas en el norte de África, el terremoto japonés, las presiones inflacionistas y la subida del euríbor.
A pesar de la desconfianza acerca de la recuperación de la economía española, la opinión de los inversores sobre el Ibex 35 ha mejorado en este trimestre. A la pregunta de en qué mercado espera la mayor subida en los próximos seis meses, el mercado europeo es el que más menciones recibe (22,9%), seguido del asiático (21,4%) y en tercer lugar se sitúa la Bolsa española (21,1%), cuando un trimestre antes solo era señalada por el 15,6% de los encuestados. La renta variable se presta a movimientos gregarios y quizás el buen arranque de año para el Ibex haya llevado a los inversores a tener más fe en el potencial del índice.
A pesar de la mejor valoración de la Bolsa, los depósitos marcan un récord histórico en las carteras de los inversores. El 92,4% de los encuestados dicen contar en estos momentos con un producto de pasivo. El resto de los productos (planes de pensiones, fondos de inversión, acciones, inmuebles y renta fija) experimentaron caídas dentro de la cartera de los españoles en el primer trimestre.
En próximo mes de mayo se cumplirá un año del estallido de la guerra del pasivo emprendida por las entidades financieras tras el rescate de Grecia. Entonces se podrá comprobar hacia dónde irá el dinero en aquellas campañas que no se renueven. En este sentido, el 63,7% de los inversores reconoce que en el próximo semestre seguirá comprando depósitos. Esta cifra, sin embargo, experimenta una caída respecto a la oleada anterior y es la más baja en seis trimestres.
En un escenario de repunte de la inflación, la ligera menor preferencia por los depósitos guarda coherencia con otra de las contestaciones de la encuesta: mientras que en el último trimestre de 2010 el 50,6% de los ahorradores reconocía que lo que más valoraba a la hora de invertir era no perder dinero, este grupo cayó hasta el 45,2% en el arranque de 2011.
Precisamente, dentro de los eventos que más tienen en cuenta los inversores a la hora de invertir, la variable que más creció en el primer trimestre del año es el incremento de los precios, que pasó a suponer el dato más importante para el 8,2% del total, frente al 7,5% de la oleada anterior. Los tipos de interés y la evolución del euríbor se mantienen como las variables que más pesan en las decisiones de inversión de los inversores españoles, seguidas de la crisis económica y la política comercial de bancos y cajas.
El brillo de la Bolsa
"Pensamos que la Bolsa seguirá siendo el activo más atractivo en lo que queda del año. Por eso estamos sobreponderados en renta variable". Manuel Arroyo, director de estrategia de JPMorgan AM lo tiene claro: el entorno macroeconómico, la valoración de las compañías y la liquidez proporcionada por los principales bancos centrales juegan a favor de las acciones.
"En España la situación económica es más complicada que en la mayoría de países de su entorno y eso explica el mayor pesimismo de los inversores", argumenta. La recuperación del empleo y del consumo en Estados Unidos es, en su opinión, la clave para sostener la subida bursátil (desde mínimos de 2009 el Dow Jones sube un 90%) y ambos datos han dado muestras de mejora en los últimos meses. "En el peor de los escenarios, estaríamos hablando de un crecimiento este año para el PIB estadounidense del 3%".
La confianza de los inversores en la recuperación económica y las buenas expectativas empresariales (las principales Bolsas cotizan con un PER inferior a 14 veces) explicarían, según Arroyo, que la renta variable ha aguantado tan bien un trimestre como el primero de 2011 donde las malas noticias se han acumulado: subida de las materias primas, inestabilidad geopolítica, Portugal contra las cuerdas, desastre natural en la tercera economía del mundo...
"Si se miran los fundamentales, las Bolsas no están caras ni en términos históricos ni en términos relativos en relación con otros activos", señala el experto de JPMorgan AM.
En renta fija la apuesta de la gestora estadounidense son los bonos convertibles y las emisiones high yield. En divisas apuestan por una corrección de la infravaloración de dólar en relación con el euro.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.