Un tablero a la espera de Bildu
Guipúzcoa presenta el panorama más abierto y fragmentado de las elecciones de los últimos años - Hasta siete formaciones pueden enfrentarse en las urnas
Guipúzcoa se prepara para ir a las urnas el 22 de mayo con el panorama político más abierto de los últimos años. Hasta siete formaciones podrían disputarse los escaños en las Juntas Generales y los sillones de concejales si finalmente Bildu, la coalición entre EA, Alternatiba e independientes por la que, sin duda, va a apostar el mundo de Batasuna, supera el filtro de "la lupa" de Rubalcaba. Y Bildu es, precisamente, el factor que contribuye a aumentar la complejidad de un panorama que ya lo era bastante incluso sin su presencia.
¿A quién beneficia o perjudica la presencia de Bildu? ¿A quién su ausencia? Esta es una de las preguntas clave que todos los partidos se repiten y que incluso se lanzan a la cara.
El PP hace su discurso más claro a favor del "acuerdo con los diferentes"
Olano: "Queremos integrar a todos los que apuestan por el derecho a decidir"
De entrada, la familia que queda más fragmentada es la nacionalista, con la presencia del PNV, Aralar, H1! y la incógnita de Bildu. El PNV intenta no mostrarse concernido, pero puede ser uno de los principales afectados, sobre todo al no haber cerrado una coalición con H1! que le hubiese dado más garantías, especialmente de no perder votos que pueden resultar cruciales en el reparto de restos. Peneuvistas y Aralar, que sería el otro gran dañado, se están haciendo claros guiños en las últimas fechas, tanto en Guipúzcoa como en el Parlamento.
El PNV guipuzcoano, con su candidato Markel Olano a la cabeza, está repitiendo así los llamamientos a cobijar a todo el soberanismo en su regazo. "Queremos integrar a todos los que apuestan por el derecho a decidir y por la paz", repetía ayer Olano en un acto en Rentería. Y su jefe de filas, Joseba Egibar, aprovechaba el acto de presentación de la candidatura donostiarra para mostrar su agradecimiento a quienes se están incorporando a su listas procedentes de EA, "a cuenta de lo que está sucediendo, y lo dejo en puntos suspensivos", en obvia alusión a Bildu, y de H1!
El voto nulo que concentró en 2007 la ilegalizada ANV sumó casi 73.000 papeletas, lo que, sin contar con el voto de EA por sí sola, situaría a Bildu como segunda fuerza foral y con aspiraciones de ser la primera. En varios partidos surge ya la pregunta de si el PNV facilitaría con su voto que la izquierda abertzale controlase la Diputación si queda por detrás de Bildu, a la que, además, puede terminar beneficiando de rebote la ilegalización de Sortu.
La fragmentación del nacionalismo va paralela además al hecho de que los no nacionalistas (PSE y PP) tienen su fuerza principal en los grandes núcleos de población y no se verían afectados por trasvases de votos en la misma medida que los nacionalistas.
Los socialistas consideran posible repetir su triunfo foral de hace cuatro años -otra cosa es luego en quién buscarían apoyarse para gobernar- y son quienes más hablan del miedo del PNV a Bildu. "Aquí toma cuerpo que no estamos con la calculadora electoral", defiende un parlamentario socialista.
Para el PSE el otro gran reto es mantener a Odón Elorza como alcalde. Elorza ha dejado clara su preferencia por repetir gobierno, pero ahora mismo se apoya en Aralar y Alternatiba y esta última formación está en Bildu. La alcaldía de San Sebastián es el ejemplo de libro de la apuesta del PP por abrirse en su política de acuerdos al PNV. Los populares, que ven con buenos ojos esa posibilidad, apostando por que quedarían por delante del PNV, repiten que si el cambio ha llegado a Ajuria Enea también de llegar a un Ayuntamiento donde Elorza gobierna desde 1991. Eso sí, los socialistas se preguntan si Egibar, y su partido por ende, va a echar por tierra todo su discurso sobre la alianza PSE-PP en el Gobierno para pactar la alcaldía donostiarra.
El PP muestra en Guipúzcoa, por convicción y por necesidad, su imagen más transversal, más abierta a pactos con todos, con el único e infranqueable límite de Bildu.
Su presidente provincial, Borja Sémper, hizo ayer, en un acto en San Sebastián con una treintena de sus candidatos municipales en Guipúzcoa y el candidato popular a diputado general, Juan Carlos Cano, su discurso más transparente en este sentido. Con su jefe de filas, Antonio Basagoiti, delante, Sémper se declaró "harto" de una política "hecha a base de levantar muros y cavar trincheras de bloques". Y apostó con rotundidad por el "acuerdo con los diferentes", citando expresamente aquí no sólo al PSE y al PNV, sino también a Aralar y a H1!
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