El Gobierno olvida la apertura de la isla viguesa de Toralla al tránsito público
Mientras en el borde portuario se multiplican las sendas y zonas humanizadas con la machacona filosofía de "abrir Vigo al mar", no hay fecha para la apertura al tránsito público por la isla de Toralla, reclamada desde el franquismo, ordenada por la Ley de Costas y cuyo último referente, el pliego de prescripciones técnicas para redactar el proyecto, data de 2008, sin que desde entonces se haya tenido noticia del asunto ni este haya entrado en las inquietudes ni en los programas del doble despliegue humanizador del alcalde, Abel Caballero, ni de su rival Corina Porro, presidenta de la Autoridad Portuaria.
Ya en 1976 este periódico daba cuenta de las protestas que suscitaba la urbanización de la isla, con la impactante torre del afamado arquitecto Xosé Bar Boo: 70 metros de altura en 20 plantas y 135 viviendas, más 32 chalés sobre dos yacimientos arqueológicos, consumaron la primera parte del atentado público. La segunda parte consistió en impedir el acceso público a la isla.
Hace tres años que se aprobó el inicio de un proyecto de recuperación
Tras la Ley de Costas, que fija el dominio público marítimo terrestre en 100 metros desde la línea litoral más otros 100 metros de protección, y una sentencia del Tribunal Supremo que abrió el acceso al menos a la playa de la isla, apenas se ha registrado avances. En junio de 2008, el Ministerio de Medio Ambiente anunció que se había aprobado el pliego de prescripciones técnicas del proyecto "Recuperación del DPMT [dominio público marítimo terrestre] y apertura al tránsito en la isla de Toralla en el término municipal de Vigo", con una asignación de 56.637,81 euros. La diputada nacionalista Olaia Fernández ha preguntado ahora al Gobierno por el asunto, del que no se volvió a tener noticia. También EL PAÍS preguntó ayer por lo mismo en el citado ministerio, sin obtener respuesta por el momento.
"No se están cumpliendo las obligaciones, parece que hay interés en que siga siendo un coto privado de algunos", comentó ayer el concejal Dosio Álvarez (BNG). "Costas no debería tener tantos reparos en abrirla cuando en otras partes acomete incluso derribos para hacer respetar sus deslindes", añade.
Álvarez promueve el aprovechamiento público de las excavaciones realizadas en la denominada Finca Mirambell, enfrente de la isla. El Gobierno ha otorgado una subvención de un millón de euros para convertir la casa patrimonial de la finca en un centro de interpretación de la ría de Vigo desde el punto de vista histórico. "Fue una gran potencia comercial con los Romanos, la más importante de la fachada atlántica europea, según lo que se va sabiendo", justifica el concejal.
La isla, de cinco hectáreas y 1.386 metros de perímetro, alberga la Estación de Investigacións Mariñas de la Universidad de Vigo. Pero ni manifiestos ciudadanos ni asaltos piratas han conseguido, pese a una insistencia de décadas, desbloquear el dominio público de la isla. Ahora solo se puede acceder a la doble cala que creó sobre la playa original la construcción del puente de acceso, de 200 metros desde la playa de O Vao. Lo puso la empresa Toralla SA, que compró la isla en 1965 y disfruta de una concesión por 99 años, hasta 2064.
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