"Cuando Aguirre se hizo duque de Alba se creyó más duque que nadie"
Carlos Hipólito (Madrid, 1956) es uno de esos actores al que uno siempre imagina subido a un escenario. Ahora mismo está de gira con la obra Todos eran mis hijos, de Arthur Miller. Y, al calor de las tablas, ha dejado su impronta en un buen puñado de montajes: La dama boba, Historia de un caballo, Arte o El método Grönholm. De vez en cuando salta al cine o picotea en la televisión (Desaparecida). Esta noche estrena la segunda temporada de La duquesa (Telecinco, 22.00), sobre la relación de Cayetana Fitz-James Stuart con su segundo marido, Jesús Aguirre.
Pregunta. Dicen que segundas partes nunca fueron buenos. ¿Dudó mucho antes de comprometerse en los nuevos capítulos de La duquesa?
"Filmar en los palacios en Liria y Dueñas ha sido un privilegio"
Respuesta. No, me lo pasé tan bien en la primera parte que me alegré mucho cuando nos ofrecieron grabar dos capítulos más. Los nuevos guiones no estaban escritos, pero sabía que se iban a ceñir al matrimonio de Cayetana de Alba con Jesús Aguirre, con lo que se huiría de lo más cercano, tan presente en programas del corazón. La segunda temporada, además, contaría con el mismo equipo, lo que era ya una garantía.
P. ¿Con qué se van a encontrar ahora los espectadores?
R. Muchos vinculan el nombre de la duquesa de Alba con ese circo de la prensa rosa, pero la serie cuenta una peripecia humana en la que se entretejen, además de las tramas emocionales entre la pareja, las relaciones con sus hijos, con la sociedad y con la España de la Transición.
P. ¿Cómo se ha acercado Carlos Hipólito a un personaje como Jesús Aguirre, un intelectual de izquierdas, muy respetado entre la progresía pero mal visto por la alta aristocracia?
R. No he buscado arquetipos. A veces se cae en la tentación de imitar a los personajes para parecerse más; es un error. Intento que se sientan un poco reflejado en lo esencial; es mejor captar el aroma, el espíritu... Eso no quita para que antes investigue; en este caso hay mucho material. Es una figura apasionante y peculiar, con un arco dramático tan enorme que, como actor, me permite hacer un viaje precioso, divertido y brillante. Empieza siendo un hombre culto e irónico, dueño de la situación; cuando se convierte en duque de Alba entra en una espiral de oropel y fatuidad y se cree más duque que nadie y, finalmente, cae en una depresión que le acompañó hasta su muerte.
P. ¿A usted le resulta más complicado interpretar a un personaje real que a uno ficticio?
R. Me da igual, yo siempre me ciño a los guiones, y esta serie está basada en una biografía autorizada por la propia Cayetana de Alba. Pero digamos que los personajes reales añaden al trabajo un componente de inquietud porque hay mucha gente para opinar.
P. Por cierto, ¿ha leído el libro que ha escrito Manuel Vicent sobre Jesús Aguirre?
R. Lo estoy leyendo ahora porque cuando grabé la serie no se había editado.
P. ¿Personalmente cree que la relación entre la duquesa y el exsacerdote y filósofo fue una gran historia de amor?
R. Sin duda, no hay más que ver el cariño y el respeto con el que se habla esa pareja en los documentos que existen. Me impresionó una entrevista con la duquesa, años después de la muerte de su marido, en que confesaba que había sido el hombre de su vida. A pesar de los altibajos que tuvieron, creo que se quisieron, apoyaron y gustaron.
P. Cayetana de Alba les ha vuelto a dar todo tipo de facilidades para rodar en sus palacios.
R. Sí, filmar en Liria y Dueñas ha sido un privilegio. Exceptuando las dependencias más privadas, hemos tenido acceso a todos los rincones, desde las cocinas hasta la biblioteca y la capilla. Son lugares espectaculares con todo el arte que atesoran, con cuadros de Goya, Velázquez, Rembrandt... Le han dado una verosimilitud impresionante a la serie; no hay decorado en el mundo que pueda reproducir tanto empaque y suntuosidad. Abrirnos sus puertas ha sido una gran gentileza.
P. Telecinco presenta la miniserie como la segunda TV movie mas vista de la cadena. ¿Piensa que van a revalidar el éxito?
R. Soy un desastre a la hora de hacer vaticinios. A veces pienso que algo va a ir muy bien y es al revés. Mi gusto no suele coincidir con el de la mayoría. Pero yo creo que La duquesa tiene todos los ingredientes para gustar.
P. La duquesa tendrá enfrente a El barco, de Antena 3, que ha derrotado a la imbatible CSI. ¿Le preocupa esta rivalidad?
R. Realmente solo espero que haya público para todos.
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